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POV Verónica

Estoy empezando a despertarme por un ruido de varias risas a mi alrededor

Mi cabeza se siente un poco confusa y mis ojos son reacios a abrirse. El sonido de las risas vuelve a estallar y parece despejar mi mente dormida.

Finalmente como puedo abro mis ojos y veo que el cielo ahora está oscuro, algo no me cuadra

¿Dormí todo el día?

Supongo que el naufragio me ha cansado más de lo que pensaba, lo cual es divertido considerando que todavía no tengo ni idea de lo que pasó.

La risa se hace más fuerte esta vez y otra voz se une.

Levanto la cabeza de la manta para mirar hacia la playa.

Parece como si el resto del grupo hubiera logrado establecer un campamento y construir una fogata mientras yo dormía, hay de todo, unos colocan unos troncos improvisados justo detrás de la hoguera, puedo ver también que intentaron hacer tiendas de campaña con hojas y ramas de árboles, pero no estoy muy segura de cuán resistentes sean.

Dios.

"Omar! El fuego!." Escucho tres voces gritar a la vez.

Levanto la cabeza tan rápido que siento que me truena el cuello, mis ojos se ajustan en la oscuridad mientras miro las llamas del fuego.

El sonido de mi propia risa es tan audible que creo haber visto a un par de personas voltearse a verme.

Al parecer Omar estaba tratando de cargar un montón de leña y hablar con la rubia al mismo tiempo, no tengo dudas que él estaba tratando de hacerse el conquistador como quiso hacerlo conmigo y por lo cual cayó en el pozo de fuego y siguió caminando sin fijarse.

Dos tipos que no reconozco lograron detenerlo justo antes de que se sumergiera directamente en el fuego.

Ni siquiera voy sentir un poco de pena por el.

"Pobre chico," escuché una voz familiar reírse detrás de mí. "Apuesto a que está desesperado por tener una noche de sexo."

"¿Ana?"

Me siento y me doy la vuelta para mirar a la mujer que está de pie detrás de mi y sonrío.

"¡Ana estás caminando!." Digo, sin siquiera tratar de ocultar la emoción en mi voz.

Sacudo la cabeza y sigo sonriendo.

Ana se ríe de nuevo y se mueve para sentarse con cautela en el tronco detrás de mí. "Ya no podía seguir acostada mis piernas se estaban entumiendo y mi espalda realmente estaba empezando a doler mucho"

¿Qué? Me acosté sobre ella?

"No fue por ti" corrige rápidamente casi como si pudiera leer mi mente. Me mira en silencio por un breve momento. De hecho, ese fue el mejor descanso que he tenido en mucho tiempo, no me había dado cuenta de cuánto extrañaba el calor de otro cuerpo junto al mío.
Supongo que si puede leerme la mente, porque yo también había pensado en eso antes de dormirme a su lado, fue en verdad muy relajante dormir abrazada de ella.

"Si" susurro. Conozco esa sensación.

Sus ojos me bloquean la mente y una vez más me encuentro atrapada, hipnotizada en ellos, son tan profundos y estoy tan perdida que me olvido completamente del mundo que me rodea.

Todo esto me asusta muchísimo, y hace que mi corazón este latiendo tan fuerte que puedo escucharlo en mis oídos.

"¿Tienes hambre?," Ana de repente pregunta.

Con Ella....Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora