Con Ella....Siempre

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POV Verónica

Bueno. Ya saben lo que paso

Ana me besó.

Y es algo en lo que he estado pensando desde que sucedió hace unas horas. Aparentemente, es TODO lo que mi mente tiene como único pensamiento que sigue corriendo por mi cabeza

Ella y yo solo nos besamos una vez, pero por Dios fue algo increíble, fuera de la realidad.

Fue un momento fugaz, pero fue el momento más intenso que he tenido en toda mi vida. También fue el momento más intenso que he compartido con otra alma viva en toda mi vida.

Nunca en tantos años Adolfo y yo alguna vez habíamos estado cerca de eso.

Mentiría si dijera que no me decepciono un poco que solo haya sido un beso tierno aunque intenso y muy deseado por las dos.

No me malinterpreten, no digo que quería que me desnudara y me tomara aquí mismo, en la arena junto al fuego, mientras nuestros cuerpos se fundian empapados de sudor, y llenas de pasion gemiamos en el frío.

Joooooder

Aparentemente ese pensamiento fue a un lugar travieso.

Pero realmente, cuando lo pienso esa imagen es demasiado atractiva.

Oh Dios. Tengo que parar con esto.

No sé qué me pasa, yo en realidad nunca fui... cómo decirlo... el sexo para mí era solo una consecuencia del amor y nunca lo ví más allá de eso.

A mí nunca me emociono hacer el amor, esa es la realidad.

Hasta ahora.

Por supuesto, sí solo habia tenido sexo con Adolfo. Él fue el primero, y pensaba que sería el único, es por eso que tampoco tengo forma de compararlo, mucho menos en este específico caso cuando es mi primer beso con una mujer.

Es por eso que no puedo entender por qué me siento tan atraída a Ana. Apenas y la conozco, pero siento que la he conocido toda mi vida. Ella es completamente opuesta a Adolfo en casi todos los sentidos, sin embargo, parece que todavía tengo muchas cosas que saber y descubrir de ella.

Ahora lo que no entiendo es porque me siento tan excitada por un increíble y hermoso beso.

"Verónica." La voz de Ana susurra a mi lado.

Giro la cabeza hacia un lado lo suficiente para poder ver su rostro sobre mi hombro. "¿Sí?" Susurro en la oscuridad.

"¿Estás lo suficientemente calientita?," ella me pregunta suavemente, siento su brazo apretarse alrededor de mi cintura solo un poco. "Sigues temblando."

Cierro los ojos y sonrío, me encanta la sensación de su calidez que me rodea, su brazo alrededor de mi cintura y la sensación de su aliento a un lado de mi cuello es más que suficiente para mantenerme caliente en el frío aire nocturno.

No tengo ni la más remota idea porque estoy temblando

"No, estoy bien" finalmente respondí.

Ana me rodea para extender la manta contra mi costado antes de descansar su brazo sobre mi estómago. La escucho soltar un suspiro antes de acurrucarse contra mi cuello.

Después de besarnos, Ana y yo nos encontramos en ese inevitable momento incómodo que sigue a un beso como ese, ella se rió nerviosamente y yo me sonrojé como siempre, después de unos minutos de estar sentadas ahí y mirando a cualquier lugar menos la una al otra, Ana decidió nos ponerle fin a esta extraña situación cuando sugirió que nos fuéramos a la cama.