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POV Verónica

Apuesto a que ella piensa que es muy divertida.

Sí. Claro

"Basta" le digo con una sonrisa y me agacho para darle una caricia en su carita. Ella levanta una mano y me frota con ternura, dándome ese pequeño medio puchero.

"¿Hey yo se que te está gustando la idea del baño?"

"Oh no, Gabriel" digo suspirando y sacudiendo mi cabeza. "Lo siento, pero eso no será suficiente esta vez. Lo único que sucederá aquí hoy será este baño juntas o ¿quieres tocar más?"

Dios, por que lo dije.

"¿Disculpa?"

Escucho a Ana reír con esa risa ronca que sale desde el fondo de su garganta.

"Creo que ya no debería hablar contigo"

"Vero tranquila." La siento acercarse y apartar mi mano de mis ojos. Los abro lentamente para verla sonriéndome. "Voy a tener que exigirte que ni siquiera por un momento pienses en esa posibilidad. No creo que pueda pasar un día entero sin escuchar esa linda voz." Ella termina guiñándome el ojo.

No creo que me quede un órgano en el cuerpo que no se haya derretido con si gesto y su sonrisa.

"Que sonrisa mas sexy tienes mujer" lo dije en voz alta, por dios enserio.

Veo a Ana levantar una ceja lentamente y luego su sonrisa se convierte en una sonrisa completa. "¿Crees en serio que mi sonrisa es sexy?"

Aparté mis ojos y comencé a jugar con un trozo de hierba salvaje en el arenero "Sí"  finalmente respondo en un susurro apenas audible. "Entre otras muchas cosas..."

Oh, por favor... Dios.

Espero que no haya escuchado esa última parte.

"Oye" se ríe ligeramente. Siento el toque de sus dedos contra mi antebrazo y es suficiente para hacerme mirarla. "Lo siento, no quise hacerte sentir incómoda, prometo que no lo volveré a hacer."

"Bueno, ahora ... no nos apresuremos que tampoco es para tanto."

"Está... está bien" logré responder. Le doy una sonrisa temblorosa antes de levantarme cerca del agua. Vamos, mejor nos damos prisa, parece que va a llover.

Bueno, se que no es la mejor mentira, pero es temprano y mi cerebro aún no ha logrado empezar a funcionar muy bien

Ana envuelve su brazo alrededor de mi hombro y juntas logramos ponerla de pie nuevamente. Ella no se encoge tanto y solo hace un pequeño gemido cuando estira los músculos del lado lesionado.

"Ahí" ella respira pesadamente. "Todo mejor, no sé qué haría sin ti Vero" ella me lo dice con su rostro lleno de agradecimiento.

"Obvio" me sonrojo, pero intento quitarle importancia a algo que para mí es un placer hacer "Anilla me encanta ayudar pero si es a ti, lo hago con más gusto."

Tal vez todo este asunto del baño fue una mala idea para su lesión, pero sé que ahora debe querer sentirse tan limpia como yo.

"Tal vez fue una mala idea" le digo cuando finalmente se sienta de nuevo en una de las mantas. "No creo que hayas sanado lo suficiente todavía."

"Verónica," Ana suspira. "Me he estado bañando sola desde que tenía cinco años, creo que puedo hacerlo."

Hola, otro lado de Ana

Con Ella....Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora