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POV Verónica

Omar y yo levantamos la vista para ver a Ana Gabriel mirándolo fijamente. Su mandíbula está apretada, sus ojos están enfurecidos y muestra una mirada inquebrantable.

La mano de Omar rápidamente libera mi brazo como si lo estuviera quemando, sonríe de forma nerviosa y casi se cae del taburete. "Lo... lo siento, no... no me di cuenta de que ella es tu... tu novia."

Ana se acerca y envuelve su brazo alrededor de mi cintura, tirando mi cuerpo hacia el suyo. "Sí, bueno... ya lo sabes, y creo que también le debes una disculpa."

Estoy tan atrapada en el momento y en la extraña sensación del cuerpo de Ana presionando contra el mío que apenas puedo registrar sus palabras y lo que está sucediendo.

"Estoy tan... lo siento, no quise... ofenderte, yo estaré..." Tomó su bebida y desapareció rápidamente entre la multitud.

"¿Estás bien?." Escucho su voz suave pero ronca al lado de mi oído y un escalofrío involuntario me baja por la columna vertebral, el calor de su brazo alrededor de mi cintura se esfuma de a poco y finalmente logro mirar hacia arriba a los ojos marrones más profundos y enigmaticos que he visto.

" Ehhh mmm... sí, sí, gracias."

Ana sonríe y se apoya contra la barra. "No, en realidad no tienes nada que agradecer, solo espero no haberte hecho sentir incómoda. La verdad es que nunca pienso antes de actuar cuando veo a una mujer tan... hermosa en problemas."

No sé por qué, pero siento que el calor de un inesperado rubor se extiende por mi cara.

Qué gracioso, eso no me sucedió cuando Omar dijo lo mismo hace unos minutos...

"No, para nada gracias por lo que hiciste" finalmente logró responder. _
Fue tan raro estábamos hablando muy bien y de pronto en un momento cambio.

"Se porto como un cavernícola contigo" Ana termina la frase con una ligera sonrisa. "Sí, créeme he estado ahí y he visto como se comportan."

"Ehh si es verdad" Me rio y observo a Ana acercarse el vaso a los labios antes de tragarlo todo de un solo tirón, coloca el vaso vacío de nuevo en la barra y me mira.

"Me alegro de que no sean la única opción."

Con esa frase, cualquier duda en mi mente acerca de las preferencias de Ana han desaparecido totalmente

Y ahora una nueva pregunta me invade... ¿Ana Gabriel me está coqueteando?

Ella debió haber notado la expresión de pánico que se dibujó en mi cara porque sonrió y se inclino sobre la barra para pedir otra bebida antes de volver a mirarme.

"Relájate, no estoy tratando de tener algo contigo ni nada parecido, solo quería pasar una noche tranquila, sola, lejos de... todo" Se acerca y toma el vaso. ¿Supongo que era mucho pedir eh?. Ella traga el vaso entero de una sola vez antes de volver a colocarlo en la barra. "Bueno, lo siento de nuevo si te hice sentir incómoda, porque no fue esa mi intención, simplemente no puedo soportar ver que una mujer sea tratada así." Sus ojos se pierden en la lejanía por un momento antes de sonreír y voltearse para irse. "Disfruta lo que queda de tu noche."

No sé por qué, pero por mi cuerpo recorre una extraña sensación de pánico al pensar que nunca la volveré a ver.

"Hey... Espera!."

Ana me mira con un poco de temor y también encuentro un leve indicio de sorpresa. "Por favor dime que no eres una terapeuta o psicóloga... o alguna de esas otras profesiones en la que los pacientes están más sanos mentalmente que los supuestos doctores."

Con Ella....Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora