Scaloneta +18

Scaloni I

Era un domingo a la mañana, el mismo domingo que se repetía todas las semanas en mi casa, venían los amigos de mi viejo a comer y algunas amigas de mi mamá, la verdad que ellos eran personas bastantes sociales, yo por otro lado no tanto.
Hace dos semanas había cumplido años, estaba re feliz, había estado esperando ese día porqué mi papá me regaló mi primer auto.

Seguía acostada, eran las 10:49, no tenía ganas ni de moverme de la cama.

-Levantate así te bañas antes de que lleguen mis amigos!- gritó mi viejo desde el pasillo que daba a mi pieza.

El trabajaba como ayudante en la selección Argentina, sus amigos ayudaban a dirigir el equipo junto a Scaloni, que también era uno de sus mejores amigos.

Tenía que admitir que el me parecía muy lindo, sabía que era muy grande para mí,pero igual no podía evitar que me guste, su madurez, su forma de hablar y su cuerpo me atraían cómo nunca, era hermoso.

Me levanté de mi cama y fui a buscar la ropa, claramente me iba a vestir igual que siempre, remera y shorts.
No buscaba parecerle linda, era obvio que tenía que quedar solo como un crush, no habían chances de que pase algo.

Busqué la ropa y fui corriendo al baño así no perdía más tiempo.

En cuanto terminé me fui a cambiar, escuché que ya había llegado gente, a veces solían llegar más temprano, eran viejos chotos, super entendible.

Me arreglé y cuando bajé a saludar estaba Lionel, tan lindo como siempre, alto y educado, me sentía tan chiquita al lado de él, y tenía tanta culpa por estar enamorada.

-Hola!- Dije mientras terminaba de bajar las escaleras

Scaloni se dió la vuelta y me sonrió

-Como estás hermosa?- Me dijo mientras sus amigos me saludaban.

El me decía así siempre, era obvio que sin ninguna intención rara, es normal que las personas grandes sean así de cariñosas o te vean de esa forma.

El día había sido lindo, todos comimos como siempre y después teníamos el mismo postre, por suerte 0 rutinario.

Muchos se fueron durante la siesta ya que tenían cosas que hacer, el único que había quedado era Lionel y dos de sus amigos,que claramente no podían dejar la conversación que tenían con mi papá en ese momento.

El día comenzó a oscurecer, y mi viejo ofreció un plan; salir a bailar a un lugar que estaba cerca del lago.

Yo no salía nunca, pero había cumplido 18 hace poco y estaba segura que el quería que yo fuera, al menos a divertirme ya que no tenía muchos amigos en ese pueblo.
-Obvio que voy!- Grité desde el comedor mientras el proponía el plan en la cocina.

-Al fin vas a salir de la cueva nena- Dijo una amiga de mi mamá mientras se reía, por suerte súper original el chiste

   [...]

Llegó la noche y yo me estaba alistando, quería estar lo más linda posible, ya que nunca salía y tenía que aprovechar la situación para ponerme la ropa nueva que había comprado hace poco.
Terminé y bajé al comedor donde todos estaban esperando a qué mi mamá termine de cambiarse. Me había puesto una pollera engomada y una remera suelta para equilibrar el outfit, y claro, zapatillas, porqué son lo más cómodo que hay.

En cuanto llegamos al lugar, todos comenzaron a pedir bebidas, yo no tomaba mucho, pero igual pedí, así disfrutaba un rato.
La noche trascendio tranquila hasta las 3:00 am, dónde al parecer, todo el mundo se empieza a descontrolar.

Mi mamá y mi viejo bailaban juntos, los amigos cantaban mientras tomaban, y Scaloni estaba sentado cantando.
Yo estaba sentada, así que decidí salir afuera a tomar aire un rato, ya me habían cansado estos locos.

-Queres bailar?- Escuché una voz que venía de atrás mío, era Lionel.

-Estoy aburrida así que sí,no tengo problema- Le dije para que no se ofendiera, seguro estaba borracho o aburrido.

Sonaba imitadora de Romeo Santos, ni siquiera escuchaba mucha bachata, creo que no sigue de moda, pero esa canción estaba buena.

Me agarró de la cintura y empezamos a bailar lento, el se reía.

-Estas muy bonita- Me dijo mientras sonreía.

Me puse súper roja, no lo podía creer, igual pensaba que era porque le daba ternura, nada más.

Me sostenía de la mano, era grande y estaban calientes, y con la otra, me tenía de la cintura.
Cada vez estábamos más pegados, yo me reía mucho porque me parecía divertido, nunca había bailado con un chico, o con un hombre, mejor dicho.
Su cabeza estaba muy cerca de mi cuello y podía sentir su respiración en mi oído.

-¿Alguna vez viste el lago de noche?- me preguntó

-No, podríamos ir, me da miedo igual- le dije nerviosa

-Yo te llevo- dijo mientras me llevaba de la mano hasta abajo, dónde se encontraba el lago.

Cuando llegamos seguimos bailando, ya que la música aún se seguía escuchando.
Sus manos cada vez me agarran más fuertes, estaba tan pegada a el, que mi pelvis sentía su entrepierna, caliente y moviéndose de un lado a otro

-Sos tan dulce y hermosa, me dan ganas de cuidarte- dijo mientras se acercaba a mi cuello.

No podía más, estaba tan roja y tan caliente, nerviosa.

Me empezó a besar el cuello despacio,hasta que llegó a la comisura de mis labios y me producio tanto placer que solté un leve gemido

-Portate bien- Dijo mientras me tapaba la boca para que nadie cerca pudiese escucharnos

Comenzó a pasar su mano por mi entrepierna, por mi ropa interior y terminó bajandola por completo.
Comenzó a tocarme con un dedo y luego con dos, era algo bruto por momentos y suave en otros.

Sacó su miembro de la ropa interior, y me subió sobre el, haciendo que mis piernas pasen por su cintura.
Lo sentía duro y mojado debajo de mí.

Mí viejo se entera de esto y lo mata

-Sos una nenita que se porta mal, no sabía que eras así- Dijo mientras se re lamía los labios y procedió a pegarme una nalgada tan fuerte que la grité como nunca.
Me sostenía de los glúteos y los apretaba.

Me acomodó sobre el e introducio su miembro en mí, me dolía, no podía dejar de gemir y el cada vez iba más rápido.
El ruido de nuestras pieles se escuchaba en el lugar, pero eran opacados por la música que estaba lejos.

-no me importa si algún día tenés novio, yo te voy a seguir cojiendo - Dijo.

Estaba tan shockeada por todo pero me encantaba.