Katsuki decide pelear al lado de Izuku, quedándose junto a él en ese infierno que parecía no tener fin.
°DekuBaku
Huevoooss, mi historia, si hay alguna parecida pues mera coincidencia, esto nació a base de sobredosis de medicina y unas buenas cancio...
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Katsuki intenta enfocarse en el tema que está explicando su maestro, sin conseguir retener la información porque está más concentrado en una forma de ayudar a Izuku.
Después de todo, a pesar de no estar bien la mayoría del tiempo, tiene períodos de lucidez ligados a recuerdos buenos.
Cuando Izuku hace algo de lo cual solía disfrutar en el pasado, este parece volver en si. Contrario a eso, cuando recuerda la experiencia traumática que le dejó la batalla con Shigaraki, o cosas similares a ella, entra en un estado psicótico.
Estos no duran mucho, pero son lo suficientemente largos como para que ambos salgan lastimados.
Aún así, después de estos siempre hay algo de paz, tiempo en el que Izuku se dedica a mirar el cielo en silencio, como si este fuera su medio para librarse de los malos recuerdos.
Izuku adora ver el cielo, puede estar todo el día sentado frente a esa ventana, admirando los colores de este en completo silencio.
Aunque su favorito es el atardecer.
Hay algo en su mirar cuando esté se hace presente, sus ojos brillan y lo mira con una expresión indescriptible.
Izuku adora ver los atardeceres más de lo que alguien pueda imaginar.
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Cuando entra a la habitación no le sorprende ver a Izuku sentando frente al gran ventanal, con el rojo del cielo golpeando su rostro.
Entra en silencio y deja las cosas que trajo en la mesita de noche, acomodando algunas cosas que estaban tiradas por todo el lugar.
De seguro Izuku tuvo algún episodio mientras estaba ausente y por eso el desorden.
Continúa limpiando tranquilo, dando pequeños vistazos al pecoso de vez en cuando, atento a cualquier cosa.
— Está tranquilo... Eso es bueno, espero que hoy si pueda dormir.
Las noches de insomnio se volvieron una mala costumbre, pero no puede evitarlo. Izuku no duerme bien, rara vez logra dormir más de dos horas, despertando siempre agitado y sudado.
Katsuki no puede dormir tranquilo sabiendo que Izuku está sufriendo.
También le comentó a su profesor sobre cómo Izuku habla de vez en cuando, lo cual sorprendió mucho al azabache.
Quizás, después de todo, Katsuki si era una buena ayuda y compañía.
— Rojo... Es tan rojo... Me recuerdan al color de tus ojos, Kacchan... Tan grandes y brillantes... Tus ojos son hermosos...
Katsuki se queda en silencio, mordiendo su labio para evitar llorar. Hay veces en que Izuku murmura cosas, las cuales siempre están relacionadas a el.
Hoy son sus ojos.
Ahora no podrá mantener su corazón tranquilo sabiendo que la razón por la que Izuku adora ver los atardeceres es porque le recuerdan a sus ojos.
Izuku aún lo recuerda, y eso es suficiente para que no se rinda.
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