Katsuki decide pelear al lado de Izuku, quedándose junto a él en ese infierno que parecía no tener fin.
°DekuBaku
Huevoooss, mi historia, si hay alguna parecida pues mera coincidencia, esto nació a base de sobredosis de medicina y unas buenas cancio...
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Katsuki está acostumbrado a despertar y ver a Izuku sentado en su silla mecedora, mirando el extenso paisaje.
— Buen día, Izuku...
A pesar de ser consciente de que Izuku no le va a devolver el saludo lo hace sin falta cada mañana que despierta ahí.
Cada tarde, cada noche, cada que puede.
— Buen día... — responde, en un hilillo de voz que apenas si se puede oír.
Katsuki reprime un sonido que delate su sorpresa, quedándose parado frente a la cama, con la manta que estaba doblando en sus manos y sus pupilas dilatadas.
Por más que lo médicos le digan que el progreso de Izuku es casi nulo, él es feliz con esas cortas respuestas, acciones o miradas.
A veces buscas la felicidad en los lugares incorrectos, quizás por eso antes vivía con cierta amargura, porque sentía que podría llenar ese vacío en su pecho siendo el mejor de todos en todo.
Ahora que la vida lo golpeó hasta matarlo, literalmente, puede encontrar la felicidad en la sencillez de muchas cosas.
Si tuviera la oportunidad de hablar con su versión del pasado y le contara como es de feliz con tener a Izuku a su lado mientras juegan antiguos juegos de mesa, este lo mandaría a la mierda y le diría que se volvió loco.
Y quizás lo está.
Quizás esta al borde de la locura.
Pero esta bien, porque prefiere estar loco en un mundo de cuerdos, que estar cuerdo en un mundo de locos.
Prefiere disfrutar cada pequeño momento que la vida le ofrece, a gastarlo en algo que tarde o temprano lo consumirá y volverá a matarlo.
Cada noche se pregunta cómo se habrá sentido Izuku al ver su cuerpo inerte, como fue su reacción o si solo lo dejó pasar porque estaba más concentrado peleando.
Cada que les pregunta a los demás sobre ese momento, un silencio abrumador se forma, con todos desviando la mirada y evitando a toda costa hablar de ese suceso.
Está tan perdido en esos pensamientos, que no se da cuenta cuando Izuku activa su quirk e intenta romper la ventana nuevamente.
Solo le da tiempo de escuchar el fuerte ruido que el golpe produce, suelta la manta y corre hacia el pecoso. Intenta jalarlo para atrás y así evitar que siga golpeando, porque nadie sabe realmente si esa ventana seguirá resistiendo semejante fuerza.
Nadie sabe cuándo esa ventana pueda romperse.
Nadie sabe que hará Izuku si eso llega a pasar.
Y aquel pensamiento atormenta a Katsuki todos los días, porque teme no estar cuando eso pase, le aterra no llegar a tiempo y evitar cualquier desastre.
Tiene miedo de la mirada que Izuku tiene cada que golpea esa ventana.
Esa mirada que anhela algo que él desconoce.
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Jeje sería gracioso que esa ventana se rompa un día de estos.
