Katsuki decide pelear al lado de Izuku, quedándose junto a él en ese infierno que parecía no tener fin.
°DekuBaku
Huevoooss, mi historia, si hay alguna parecida pues mera coincidencia, esto nació a base de sobredosis de medicina y unas buenas cancio...
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Después de ese día, Katsuki iba menos tiempo a ver al pecoso.
No es que quisiera evitarlo o estuviera cansado de él, solo necesitaba un tiempo, un momento de paz para pensar bien las cosas y no dejarse llevar por sus sentimientos.
"Te amo, Katsuki"
Una sonrisa escapa de sus labios, cuanto hubiera deseado poder escuchar eso antes de la guerra, como hubiera deseado morir sabiendo que era amado y no odiado.
Su mirada decae y deja de escribir lo que su maestro dicta, absorto en sus pensamientos que no lo dejan dormir, estudiar, comer o entrenar.
— Bro... ¿Te encuentras bien? — la voz masculina a su lado lo saca de su burbuja de pensamientos, tratando de incorporarse a la clase, lo cual le sale mal pues el timbre de receso ya había sonado.
Eijiro, quién lo ve todo perdido y descuidado, no puede evitar sonreir, pero no de alegría, si no de tristeza. Sabe que sucede, no es ingenuo, lo supo desde el principio, pero decidió callarse.
Pero ese silencio no duró mucho al ver como su amigo decaía con el pasar del tiempo, cada vez más ensimismado en su mundo. Solo bastó una charla con Aizawa para ponerse al día.
— Vámonos, les dije a los demás que iríamos después porque necesitaba tu ayuda en una parte del tema.
Katsuki asiente en silencio, sabe que su amigo entendió todo pues es un tema sencillo que hasta Denki puede entender, y que la verdadera razón no le iba a gustar.
— Entonces... ¿Cómo se encuentra Midoriya?
La pregunta lo desconcierta, viendo alrededor para saber si se encuentran solos.
— ¿Que mierda sabes? — sabe que Eijiro no es un idiota, y que esa pregunta era porque sabía algo.
— Se casi todo, no estoy al tanto de su situación en si, solo que tú lo vas a ver y cuidas... — responde por lo bajo, temeroso de decir algo incorrecto y que lo manden a la mierda.
— El está bien... Solo, solo le cuesta un poco socializar.
La mirada rojiza vuelve a fijarse en su cuaderno que sacó para disimular, no quiere hablar del tema, es algo privado, algo de Izuku y el, nadie más tiene porqué meterse.
— Mira, se que es más complejo que eso, pero si necesitas ayuda-
— No necesito la ayuda de nadie, los dos estamos bien así, así que solo dejemos el tema hasta aquí.
