Katsuki decide pelear al lado de Izuku, quedándose junto a él en ese infierno que parecía no tener fin.
°DekuBaku
Huevoooss, mi historia, si hay alguna parecida pues mera coincidencia, esto nació a base de sobredosis de medicina y unas buenas cancio...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izuku puede observar a Katsuki toda su vida y nunca cansarse. Cuando está con él algo cambia, algo mejora, como una pequeña fuente de luz en su oscuridad.
Cada que se está ahogando, cada que el agua invade sus pulmones y lo tienta a cerrar los ojos, Katsuki aparece frente a el con una bella sonrisa y mano extendida.
Mano que nunca acepta porque se ve incapaz de alcanzarla.
No importa que tanto aguante la respiración, que tanto intente subir a la superficie, el mismo se rinde y ahoga en su mar de recuerdos y pensamientos.
Cuando sintió la calidez de aquellos labios, algo en su pecho volvió a vibrar tal y como la primera vez que vio a aquel rubio de ojos rojizos. Cada que su piel roza la contraria, su cuerpo se estremece y un fuerte calor invade sus mejillas.
Katsuki lo hace sentir vivo.
— Es hora de comer, Izuku — la rasposa voz resuena entre sus pensamientos, sacándolo de su burbuja para devolverlo a la realidad. Katsuki está ahí, sentado enfrente suyo con una radiante sonrisa y el atardecer detrás suyo.
Un atardecer que el rubio opaca con su presencia.
— Sabes, me dijeron que si seguías así podrías salir a los pasillos a caminar — comenta emocionado. — Esto es un gran avance, Izuku...
Su mirada, decaída pero con un deje de esperanza, se encuentra con los semi opacos ojos del peliverde, el cual solo asiente ante las palabras para seguir comiendo.
— Cuando puedas salir, iremos a ver el mar, estoy seguro que te va a gustar... Las olas, la brisa, el amanecer... Todo eso y más.
Izuku a llegado a la conclusión de que Katsuki a diferencia de él adora los amaneceres, no sabe el porqué, quizás no haya un porqué, no siempre tiene que haber una razón realmente.
Aunque para el, los atardeceres tienen un mayor significado que solo su belleza momentánea. Los atardeceres te avisan que pronto caerá la noche, te presumen su belleza para luego esfumarse, dando por finalizado el día. En cambio los amaneceres son un nuevo inicio, te dan la bienvenida y de ahí se mezclan con el azul del cielo para iluminar el día.
Quizás es un pensamiento tonto y raro, pero Izuku lo siente así, como si los atardeceres solo vinieran a presumirle su belleza para luego irse y traer una ola de oscuridad de la que quiere escapar a través del sueño.
— Se que te gustan los atardeceres, pero no creo que sea buena idea ir a esa hora... La noche te atrapa en un segundo y... Cambiando de tema, hoy fue un día entretenido, hicimos muchas cosas que...y...entonces...
En algún punto deja de prestar atención a lo que Katsuki dice, ve sus labios moverse pero no escucha nada salir de ellos. No sabe en qué momento se levantó, pero ahora se encuentra a escasos centímetros del rubio, viendo fijamente esos rubíes brillantes que lo cautivan.
— Suena interesante — sonríe. — Ver el amanecer...
Katsuki asiente embobado, con su mirada igualmente perdida en los ojos del pecoso, el cual con cuidado posa su mano sobre la del rubio, sintiendo esa electricidad recorrer su cuerpo.
— Cuando mejores, solo tienes que decirme que si, Izuku... Dime qué si y te llevaré a todos lados — susurra, antes de caer ante la tentación y dejarse besar por aquel chico perdido en su mundo, con sus manos entrelazadas y sus corazones latiendo a un mismo ritmo.
Quizás Katsuki podría dejar de ser un atardecer y comenzar a ser un amanecer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Soy mala explicando y también redactando.
The point es que Izuku ve a Katsuki como un atardecer, bello pero pasajero que luego se marcha y trae la oscuridad, su soledad, pero que ahora es como un amanecer, que le dará la bienvenida a un nuevo día, una nueva vida.
