Capítulo 6

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Reece

—Oye, ¿Viste a Blair?—le pregunto a Richard que enarca una ceja

Son pasadas las seis, Blair estuvo aquí cada minuto pero hace una hora que l perdí de vista y no sé dónde está

—Amigo, tú te comportaste como un jodido idiota al joderle su cita, obviamente se fue—señala el asiento vacío igual que el de Jay

Carajo, ¿Se fué con él? Mierda, debí pensarlo mejor

—¿Y qué querías que hiciera?—bufo— ellos coqueteaban descaradamente frente a mí

—¿Y?—me mira como si hubiera dicho lo más ridículo del mundo—. Ella no es tu novia, Reece, no te debe fidelidad, es una mujer hermosa y tiene derecho a salir con quien quiera sin que un imbécil que la dejó ir, la moleste.

—Escucha; ya sé que fuí un imbécil, pero intento acercarme y ella no me lo permite

Esta mañana, en el elevador, creí que de una vez por todas aceptaría sus sentimientos, pero no lo hizo, luchó contra ello y me pidió que me apartara

—Yo tampoco lo haría—se encoge de hombros—. Le rompiste el corazón, y eso deja muchas inseguridades, Reece.

—¿Desde cuando eres experto en el tema?—bufo y se encoge de hombros

—Solo te digo lo que creo que pasa, allá tú si me quieres prestar atención o no.

Jodidamente tiene razón, Blair se ha estado cerrando a mí y no la culpo por eso, entiendo que desconfíe de mí luego de que coquetee con ella, le hice el amor y al final le dije que se había confundido

Fuí demasiado estúpido para creer que con el pasar de los años la olvidaría. No lo hice, lo único que conseguí fué frustración por no poder sentirme cómodo con ninguna mujer, ninguna causaba lo que ella.

Y al verla coquetear con Jay no pude evitar sentir celos, porque a él le sonreía con esa coquetería con la que me sonreía a mí. No pude evitar arruinar su maldita cita porque mi lado egoísta no quiere verla con nadie más que no sea yo

Pero ahora está a solas con Jay, exactamente lo que no quería

Saco mi celular y marco su número para hablar con ella sobre lo qué pasó

Sé que ella no merecía que arruinara sus planes, y me disculparé por ello, más no por evitarle una cita con un idiota que estaba enamorado de ella

Contestan la llamada y estoy a punto de hablar cuando un sonoro gemido hace que me ponga rígido

Otro gemido extasiado se escucha seguido por el ruido de dos cuerpos chocando antes de que escuche como alguien toma el celular

—¿Hola?—Jay. El maldito Jay.

Me muerdo la lengua para no maldecir y cuelgo el celular respirando profundo ante la rabia que corre por mi cuerpo

—Necesito un maldito trago—le digo a Richard que asiente pagando la cuenta del restaurante

—Vamos al bar de al lado—palmea mi hombro y gruño haciéndolo reír—. Esa mujer si que te pone de malas.

No tiene ni idea. Esa hermosa rubia causa demasiados sentimientos en mí, muchos que me daban miedo, incluso, pero eso era antes de que estuviera decidido a recuperarla

***

—Hombre, que me tuviste todo un año tratando de encontrarla—rueda los ojos—. Y la FEMF hace un jodido buen trabajo porque estuve dos veces en Grecia y nunca la ví

Prisioner [Reece Morgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora