Prisioner [Reece Morgan]

Capítulo 22

—¿Cómo estás?—me pregunta Rachel sentándose frente a mi y respiro profundo

—No lo sé—me encojo de hombros pasando mi dedo por la orilla del vaso con jugo—, solo quiero que Reece despierte, solo eso.

La cirugía salió bien, pero Reece está en coma y debemos esperar a que despierte.

Dos días han pasado de eso, aún sigo a la espera de que me notifiquen que ya despertó y que puedo ir a verlo.

—Te ves pálida, debes comer—Rachel desliza un paquete de galletas en mi dirección y niego devolviéndoselo

—No quiero, no tengo hambre—murmuro y ella me mira con pesar—. No me mires así, no quiero su lástima

—No es lástima, Maddie—pone su mano sobre la mía—, es entendimiento. Yo me vi así una vez, con Christopher.

—Me lo dijo—asiento y ella me da una pequeña sonrisa

—Habla con él...—pide y bufo quitando mi mano mientras niego

—No, Rachel—me encojo de hombros—. Estoy pasando por mucho y no voy a ir rogándole a Christopher, no haré eso.

Me ha ignorado durante estos dos días, intenté hablar con él un par de veces pero simplemente se fue dejándome con la palabra en la boca.

»Yo solo quiero a mi esposo de vuelta—mi voz se rompe y me aclaro la garganta—. No me importa lo que esté pasando con los demás, Reece es mi prioridad.

—Señora Morgan—llaman y ambas volteamos para ver al doctor—. El Coronel despertó, tal vez...

Me levanto con rapidez y corro lo más rápido que puedo a la habitación fuera de la unidad de cuidados intensivos a dónde se le trasladó ayer.

Mi corazón late con rapidez y siento que podría vomitar en cualquier momento mientras lucho por no perder la respiración mientras corro.

Aparto a los escoltas y entro a la habitación encontrándome con Reece y el resto de su familia junto a él.

Alex, Christopher y Regina están aquí.

Regina llegó hoy, pero sinceramente no he podido hablar con ella, no con lo mal que he estado durante todo el día.

—Ven aquí—pide en cuánto me ve y mis ojos se humedecen mientras me acerco a él y lo rodeo con mis brazos—. Todo está bien, cariño, tranquila.

—Eres un jodido mentiroso, dijiste que no era grave—le reprocho sollozando y respira profundo mientras acaricia mi cabello—. No vuelvas a asustarme así

—No está en mis planes, mi hermoso ángel—besa mi mejilla—. Te amo—murmura en mi oído—, más que a nada en este mundo.

—Te amo—me separo y beso su frente—, más que a mi vida.

Limpia las lágrimas de mis mejillas y deja un casto beso en mis labios antes de darme una pequeña sonrisa.

—¿Christopher hala aynı mı?—me pregunta y respiro profundo recordando que él fue quién me enseñó turco

"¿Christopher sigue igual?"

—Benimle konuşmuyor, bana bakmıyor, kayıtsızlığından bıktım. Ama bunun hakkında daha sonra konuşacağız, zamanı değil—le doy una pequeña sonrisa y asiente

"No me habla, no me mira, ya estoy harta de su indiferencia. Pero eso lo hablaremos después, no es momento"

Me doy la vuelta y él entrelaza nuestras manos haciendo que Regina mire nuestras manos con una ceja enarcada.