Prisioner [Reece Morgan]

Capitulo 9

—Hola, Maddie—Cho me sonríe y le doy una pequeña sonrisa antes de dejar un beso en su mejilla—. ¿Cómo estás?

—Yo estoy bien—río cuando Reece me toma de la cintura ayudándome a subir a la lancha—. ¿Tú cómo estás?

Hace solo unos minutos llegamos al helipuerto de la Isla principal, y ahora estamos subiendo a la lancha, la única forma de llegar a la Isla.

—Lo de siempre, ya sabes—ella mueve la mano restándole importancia mientras me siento a su lado—. Creí que no te volvería a ver después de lo qué pasó, no creí que Reece algún día se decidiría a buscarte

—No me buscó—bufo—, técnicamente yo fuí a él, fuí a Londres. Pero si, insistió hasta que no me quedó de otra que...

—Te hacías la difícil—me interrumpe Reece sentándose frente a mi—. Sabes que nunca dejaste de sentir nada por mi

—Mucho ego, Reece Morgan—ruedo los ojos haciéndolo reír

Se inclina hacia mí y deja un beso en mi mejilla que me hace sonrojarme mientras él se carcajea.

Es un poco vergonzoso hacer esto frente a Cho, ella es hija de su ex y... es un poco raro.

—Quita esa cara, Maddie—me pide Cho—. No me incomoda esto, de hecho, soy partidaria de que si ustedes en verdad se gustan, está bien—se encoge de hombros—. Te informo que yo fui la primera que desaprobó que Reece te dejara ir.

—Lo sé, me lo dijo—río—. Pero sigue siendo un poco incómodo para mi, me tomará un poco adaptarme a esto.

—Pasos pequeños—dice Reece con dulzura haciéndome sonreír—. Oh, que hermosa te ves sonrojada, Blair.

Oh dios, mi lado adolescente enamorada vuelve.

Me muerdo el labio para evitar una risa tonta mientras Reece y Cho se carcajean.

***

—Sigue igual de hermosa—murmuro al bajarme de la lancha—. Amo la paz y tranquilidad que transmite este lugar

La isla es hermosa, hay tanta tranquilidad y belleza, es como un santuario.

—Lo sé—Reece asiente caminando a mi lado—. Te acompañaré a tu cabaña, que los escoltas lleven las cosas a la mía—pide tomando mi maleta

—Lleven las maletas del Coronel a su cabaña, ya volvemos—ordeno y ellos asienten mientras yo tomo mi mochila y camino con Reece

—¿Qué llevas aquí?—se queja y río

—Un poco de todo—me encojo de hombros

Me quito las sandalias y dejo que mis pies se llenen de arena mientras caminamos. Respiro profundo sintiendo el aroma de la playa y la brisa en mi rostro haciéndome sonreír

—Parece que estás feliz de volver—comenta Reece y asiento

—Lo estoy—sonrío—. Amo la playa, el sol, por eso Christopher me mandó a Grecia...

—¿Todo el tiempo estuviste en Grecia?—bufa como si no lo pudiera creer—. Joder, fuí varias veces a Grecia y nunca te ví

Me encojo de hombros riendo

—Estaba en Athens—sigo—. Amaba ir cada que podía a Kavouri beach, es una playa simplemente hermosa

—Bueno, ya iremos alguna vez y podrás darme un recorrido—me sonríe y asiento dejando un beso en su mejilla—. ¿Y ese beso por qué me lo gané?

—¿Tienes que ganarte un beso de tu novia, Reece?—enarco una ceja divertida

—Cada beso tuyo es un premio, un privilegio—para y me toma de la cintura acercándome a él—. Puedes besarme todas las veces que quiera, podrías besarme cada día de mi vida y yo sería el hombre más feliz en el planeta