Prisioner [Reece Morgan]

Capítulo 21

—Thomas—estrecho la mano del pelinegro que me mira con una ceja enarcada.

—Maddie—Alex me abraza y suspiro antes de devolverle el abrazo—, ¿Cómo estás?

—Estoy bien, gracias por venir—me aparto y le doy una pequeña sonrisa antes de volver a mirar a Thomas—. Las enfermeras te esperan para sacarte la sangre

—Yo te acompaño—se ofrece Chris y niego poniendo mi mano sobre su pecho para detenerlo—. No me toques—sisea y levanto las cejas antes de quitar mi mano

—Solo las personas autorizadas pueden entrar, Thomas va conmigo—le informo antes de darme la vuelta y caminar en dirección a la sala dónde esperan las enfermeras—. Gracias por venir, Thomas.

—No me quedó otra opción, no iba a dejar morir a mi hermano por culpa tuya—sisea y respiro profundo

Thomas Morgan es un completo imbécil y no me llevo bien con él, eso no es un secreto para nadie.

—Limítate a donar y no hacer comentarios ridículos—bufo entrando a la sala donde están las enfermeras—. Suficiente con aguantar el reproche de Christopher como para aguantar el de un idiota que ni siquiera se preocupa por sus hermanos y que solo está aquí porque dije que le pagaría.

—No me sacarán sangre gratis, y menos si es tu culpa que mi hermano esté en esta situación—suelta con burla sentándose en el sofá mientras las enfermeras se movilizan

—Que no se te olvide quién eres, Thomas—siseo—. No tienes la moral para nada, solo dona la sangre y lárgate.

Cierro la puerta y choco de frente con un enfermero que me sonríe cordial antes de intentar pasar y siento una punzada en mi brazo que me hace fruncir el ceño pero lo ignoro saliendo a la sala de espera

—Doctor, necesitamos saber cómo está mi hermano—escucho a Alex hablar con el médico y me acerco a ellos

—Señor Morgan, solo podemos darle información de ese tipo a la esposa ya que así lo dispuso el coronel Morgan en sus documentos—le responde y frunzo el ceño

—¿Qué documentos?—pregunto llegando hasta ellos y el médico voltea a verme

—Los documentos dónde el Coronel ordena que en caso de que haya una decisión difícil es decisión de su esposa—me explica y mi corazón para en ese momento

—¿Qué decisión?—pregunto con voz débil y aprieta los labios

—El sangrado interno es mucho y hay pocas probabilidades de que sobreviva—me informa y niego—. Señora Morgan, usted debe decidir si es mejor que lo dejemos morir o correr el riesgo a que pierda más sangre en la cirugía y muera después.

Tomo el brazo del doctor y lo llevo lejos del resto para poder hablar con él

—Doctor, Reece y yo no nos hemos casado aún, legalmente no soy su esposa—confieso y asiente

—Lo sé, pero su nombre es el que está en el documento, debe tomar la decisión.

—Por favor, sálvelo—pido con mis ojos llenándose de lagrimas—, no me importa lo que deba hacer, lo quiero vivo.

—Bien—asiente antes de entrar de nuevo a los pasillos que dan a quirófano y me recuesto en la pared respirando profundo

Voy a matar a Antoni, juro por dios que lo haré.

He perdido muchas cosas en mi vida, no quiero perder a Reece, eso sería mi límite y me llevaría al borde del abismo.

Ni siquiera puedo desahogarme con Christopher porque se niega a siquiera mirarme o dirigirme la palabra y empiezo a considerar si tiene razón y merezco ese trato.