La familia crece

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Seis meses. Seis meses habían pasado desde que Izuku llegó a sus vidas y lo sentía como si en realidad el pequeño niño siempre hubiese pertenecido a ellas. En seis meses un enano de cabellos verdes llegó para dejar patas arriba su existencia y encima quedarse, pero nunca se quejo, pues si bien tenía sus complicaciones, trajo sus ventajas.
Pero pronto tanto el como Hizashi debían dar un enorme paso que estuvieron posponiendo por mucho tiempo. Al principio genuinamente no lo notaron, estaban tan ocupados acomodándose y disfrutando de su nueva rutina que cuando el mensaje de queja de los padres de Hizashi de que ya no los visitan llegó, casi que recordaron que ambos tienen padres que, de hecho, no saben que ahora cuidan de un niño.

—Mi madre va a matarme.

—¿Tu madre? Mi madre va a matarnos a ambos por no haberles dicho nada y se llevará a Izuku a vivir con ella porque es muy guapo como para que alguien se enoje con el.

Si misión actual era presentarle a sus padres al niño y darles un pantallazo de lo que sucedía, ya que no iban a dejar que sus padres, civiles, se vieran demasiado involucrados en esto.
¿Cuál es el problema de esto? Que la única forma de no hacerlo sospechoso es invitándolos a una cena de Navidad, pues de otra forma sus madres se pondrían histéricas y comenzarían a imaginar mil y un situaciones. Si, dejemos que el pavo de navidad y las servilletas rojas apacigüen el ambiente, claro que si.

Mientras ambos hombres tenían una crisis a la vez que hacían los preparativos para la cena con sus padres, el pequeño Izuku se encontraba en su mundo en la sala, como siempre rodeado de almohadas y está vez con un libro de héroes que Nemuri le había obsequiado amablemente para que tuviera algo que leer y entretenerse, mientras que los dos gatos dormitaban a su al rededor.

Tanto Shouta como Hizashi se sentían ansioso por lo que planeaban hacer esa noche y no era una ansiedad desconocida, ambos coinciden con que es igual al momento en que salieron del clases y como cuando le dijeron a sus padres que comenzaron a salir. Ambas parejas se tomaron las noticias con total naturalidad, pero esto estaba involucrando a un niño, lo hacía completamente diferente. Pero...
Solo estaban cuidando a Izuku. Era un niño con un caso muy peculiar que no puede darse el "lujo" de tener una vida normal en un orfanato; ¿Por qué Shouta estaba tan nervioso por presentarse lo a sus padres? No era su hijo.

Hizashi ya le había mencionado a Izuku que era lo que tenían planeado, lo que puso ansioso al pequeño también pero comprendió que era necesario para poder mantener a las familias de los héroes tranquilas.
El unico beneficio aqui era que solo tenian que presentarle a Izuku a sus padres y no a las 5 hermanas de Hizashi, pospusieron esa tortura un poco más ya que sería similar a explotar una bomba de gritos y escándalo.

Cuando el timbre de la puerta sonó fue Shouta quien recogió a Izuku y a todas sus cosillas para esconderlo en la habitación, ya que verlo de repente sería incómodo, querían preparar el ambiente.

—¡Al fin se dignan a ver a sus padres, por el amor de Dios!—Había exclamado una mujer canosa y bajita.

—Yo también estoy feliz de verte mamá, lo siento, hemos estado muy ocupados.

—¡Dudo mucho que algo sea más importante que ver a tus padres mocoso!

—¡Ya, ya, luego lo regañas, Aizawa–San y su esposa desean pasar cariño.—La calmo su esposo para poder entrar al hogar de los héroes.

Cuando Shouta salió de la habitación de Izuku saludo a sus padres y a los padres de Zashi con total naturalidad. También se quejaron con el de que hasta ahora se dignaron a verlos y luego cambiaron de tema a cosas que han sucedido en la cotidianidad de las parejas mayores.
Al principio solo tomaron unos aperitivos. Hana, la madre de Shouta, se ofrecio a ayudarlo a terminar la cena y como ambos estaban de acuerdo con que no cenarian sin Izuku, supieron con solo mirarse que ese era el momento de revelarles lo que iban a contar en primer lugar. Hizashi se aclaro la garganta.

¿Quién eres Izuku?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora