-¿Que has encontrado?-Pregunta Kirishima, algo extrañado y asustado.
-No creo que deba decírtelo hasta estar seguro del todo, no quiero que te alteres.
Shoto pasa un rato más en la casa, hasta que finalmente se va diciendo que tiene cosas que hacer, y prometiéndole seguir investigando sobre Katsuki y su vida, por si hubiera alguien que tuviera algún motivo para asesinarlo. Él vuelve a escuchar la grabación, todas las declaraciones de Izuku una y otra vez, cómo si de repente pudiera encontrar algo que lo lleve al final de todo lo que le está ocurriendo, pero nada, no ve nada que pudiera servirle de ayuda.
Suspira derrotado, está muy cansado de todo esto, sólo quiere que se acabe todo de una maldita vez. Mira la hora, apenas son las cinco de la tarde y él ya se siente cansado y quiere dormir, no tiene muchas energías hoy. Decide irse a dormir, aunque en la noche le constara de más hacerlo, pero no es cómo si le importara mucho, sube hasta su habitación y se tumba en la cama, buscando conciliar el sueño, cosa que logra en cuestión de minutos, tiene demasiado sueño.
Horas después, se despierta. Mira la hora, son las once y media de la noche, ¿tanto ha dormido? Para su suerte ese día no tiene que trabajar y puede dormir todo el tiempo que quiera. Se incorpora en la cama, quedando sentado sobre el colchón, todo está demasiado oscuro y no se escucha nada apenas, tan sólo el susurro de la gente que pasa por las calles.
Al mirar al frente, tiene que ahogar un pequeño grito que casi escapa de su boca, pues entre la penumbra, ha visto una silueta. Cree estar soñando, atrapado en una pesadilla y está rogando por despertar, pero sabe que eso no es un sueño cuándo es capaz de verlo.
Frente a él, alguien a quien siempre reconocerá incluso cuándo se ve irreconocible, mirándolo fijamente sin siquiera pestañear, escondiéndose entre la oscuridad de su habitación desolada.
Siente estar flotando, estar soñando con todo esto, no puede creer que sea real, que lo tenga frente a él en este mismo momento, es tan irreal que no pueda evitar sonreír.-¡Katsuki!-Exclama con voz entrecortada, pero no recibe ninguna respuesta a cambio.
Sabe que es él, nunca lo confundiría con nadie. Su rostro más pálido que nunca muestra una expresión neutra, sus labios ligeramente morados no forman ninguna curva, a diferencia del pelirrojo que no puede dejar de sonreír en grande. Lleva la misma ropa que tenía ese día en el que murió, está viendo a un fantasma, a su fantasma.
Y se siente dichoso por ello, por poder verlo aunque sepa que está muerto y que no va a volver. Las fotografías nunca fueron consuelo suficiente para él, y tampoco lo es ver a su fantasma, pero aún así, se siente demasiado feliz por poder verlo de nuevo a los ojos. Katsuki parece flotar, de hecho, así es, se da cuenta cuando lo ve moverse, este con su mano casi transparente le indica que lo siga, y él no tarda ni un segundo en deshacerse de su manta y seguirlo, creyendo que está alucinando o que definitivamente, se ha vuelto loco y que finalmente, todo el tema fantasmagórico que lo envuelve le ha cobrado factura.Bajan las escaleras hasta llegar al salón y Katsuki sin siquiera detenerse en ningún momento se dirige hacia el sótano, se da cuenta de que la puerta que va hasta el sótano está abierta, pese a que él jura haberla cerrado horas antes de ir a dormir. Bakugou baja con total seguridad las escaleras del sótano, Eijiro enciende la luz, y de repente, él ya no está, en un abrir y cerrar de ojos se ha ido. Y repentinamente se siente perdido, y no sabe que se supone que tiene que hacer ahora que está en ese lugar y aparentemente sólo.
Busca a Bakugou, aunque sea la decisión más estúpida que ha podido tomar, al final del día sigue siendo un fantasma. Y como es lógico, no lo encuentra por ningún lado.Un estruendoso sonido llama su atención, cómo si algo hubiera caído de algún lugar. Se gira, y ve una pequeña libreta de color azul celeste en el piso, y por alguna razón se pone nervioso y de repente se siente alterado, camina con lentitud hacia ella, y se agacha para agarrarla, su corazón late con una fuerza impresionante, hasta cree que se le va a salir del pecho. Abre la libreta por una página aleatoria, y la primera palabra es "Diario" el diario de Katsuki, nunca creyó que su novio tuviera uno, siempre decía que era una ridiculez.
-¿Esto era lo que querías que viera, Kats?-Pregunta, y cómo siempre, recibe silencio a cambio, pero toma eso como un sí, de todas formas, lo va a leer, aunque sea por simple curiosidad.
Parece algo importante, no se le habría aparecido el mismísimo fantasma de Katsuki si no fuera algo de suma importancia que debería conocer. Sube las escaleras y vuelve a apagar las luces, teniendo la esperanza de que Katsuki se vuelva a aparecer ante él, pero no lo consigue. Ojea el diario una vez más y sube las escaleras para intentar descansar de nuevo, aunque no lo ve posible, demasiadas emociones en tan poco tiempo, deja el diario en su mesilla de noche y se dispone a tratar de dormir durante lo que queda de noche, y sorprendentemente, no le cuesta ni media hora volver a caer ante Morfeo. Tal vez está siendo demasiado dormilón, pero lo merece, lleva noches sin pegar ojo.
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Jamás hubiera pensado que su novio sería un total pesimista sin remedio ni afán de cambiar un poco su humor. El diario del rubio es totalmente deprimente, hasta puede jurar que se le ha escapado alguna lágrima mientras lo lee, y eso que no va ni por la mitad. Aún está en Septiembre de 1973, aún le queda más de un año de páginas que lo más probable es que lo depriman igual o más que las que ya ha leído.
Llega a Noviembre del año anteriormente nombrado, y lee la primera página, una y otra vez, sin llegar a creerse lo que están viendo sus ojos, sin poder ni querer creer que lo que ha escrito Katsuki es real.
Lo lee sin parar hasta seis veces, tratando de convencerse a si mismo de que ha leído mal la oración, y que en realidad no está eso escrito. Pero finalmente, tras leerlo más veces de las que puede contar, se da cuenta de que no es ninguna mala pasada que le están jugando sus ojos. Es totalmente real lo que está leyendo.Sin pensarlo dos veces, se levanta, el diario cae al piso pero en realidad no le importa, corre hasta el teléfono y con prisa marca el número de Todoroki. Son apenas las ocho y media de la mañana, pero algo cómo esto es demasiado importante y no puede esperar, necesita decírselo cuanto antes.
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Your Ghost
FanficTras el fallecimiento de Katsuki hace un año, Kirishima comienza a experimentar varias cosas paranormales, cree que algún fantasma está tratando de decirle algo, y quiere saber quién y que es lo que quiere.