— ¿Qué? ¿Qué está pasando allí abajo, Smith?
Mi garganta estaba seca. No sabía si iba a lograr tolerar este momento, y aquello lo empeoró.
— Paul. Esto es en serio un problema —dije.
— ¡Maldita sea, Smith! ¿Qué carajos pasa allí?
— Las puertas están cerradas.
Al parecer Paul no lograba creerlo, no escuché su voz hasta unos segundos.
— ¡Sal de ahí! ¡Van hacia allá!
Miré a ambos lados, era imposible salir. Este era un momento perfecto para lanzarme al piso a llorar.
Lástima que odio llorar.
Las luces continuaban apagadas. La copia que hacía desde la USB apenas había ascendido a ochenta y cuatro por ciento, por lo que decidí esconderme.
— Smith, ¿qué haces? ¿ya has salido?
— Paul, necesito que hagas silencio por unos minutos, ¿sí?
Me apoyé de un terminal y empujé mi cuerpo hacia arriba, quedé acostada boca arriba, justo al frente del techo.
Era muy estrecho, y se escuchaba mi respiración desesperada.
Cálmate, Gwen.
Esperé justo cuando escuché la puerta desactivarse y abrirse. Escuchaba unos pasos, era el sonido característico de unos tacones.
Además una fragancia conocida inundó mi nariz. Era aquella señora, la misma de la entrada al museo.
— Pudiste haber sido más inteligente, Melissa Patrick, si es así como le llaman.
Creí por un instante que me había visto, pero hablaba sola.
— Recomiendo que salgas de aquí, en menos de cinco minutos los conductos lanzarán gas cloroformo, y no querrás caer dormida y que te encontremos.
Tragué saliva.
— Veamos, ¿qué tenemos aquí? USB, extrayendo información confidencial, interesante.
Tenía que pensar en algo.
— Melissa, ¿así que procuras ser un virus? Sal de donde estés.
Mis impulsos de saltar de allí me vencieron y caí sobre ella.
— ¡Aquí estoy! —Mis puños golpearon su rostro.
— Suéltame.
Me levantó con la fuerza de un oso y me hizo chocar contra un terminal.
Me ahorcaba, y sentía como mis pulmones luchaban.
El conducto lanzó el gas, la sala se llenaba de cloroformo.
— Púdrete en el infierno, Melissa —dijo.
Salió a la velocidad de la luz mientras yo intentaba recobrarme.
No había aire en mis pulmones, tampoco había aire para respirar. Tomé la bufanda y la coloqué en mi rostro ocultándolo.
Miré hacia arriba y vi una ventana de vidrio. Halé la USB de la portatil y tomé mi zapato derecho. Lo lancé hasta la pieza de vidrio y rompió.
De inmediato subí a un terminal y alcancé una salida.
Caí al otro lado de la sala. Por fin mis pulmones recibían aire puro. Nunca había estado tan cerca de la muerte.
Tomé el Walkie Talkie:
— Paul, lo tengo —dije sin ningún tipo de fuerzas.
— El museo explotará en treinta segundos, será mejor que salgas de allí.
— ¿Qué dices? ¿Esa era tu señal? No podrás salir, estás en el treceavo piso, es imposible.
— Recuerda que soy el que tiene experiencia, nos veremos en la salida, Smith.
Tomé el zapato y lo coloqué en mi pie. Comencé a correr. Todos en el museo se veían preocupados. En mi mente no lograba entender por qué toda esta gente tenía que morir.
Alcancé la salida y antes de contar hasta uno, el edificio cayó a pedazos.
Salí volando por los aires hasta caer sobre la hierba que había en la calle.
— ¿Necesitas ayuda? —Miré hacia arriba y vi a Paul.
— Necesito una espalda nueva.
Paul me llevaba de nuevo a la CIA. Estaba en el auto.
— Paul, hay algo que no entiendo...
— Es imposible que entiendas algo aquí, bienvenida a la CIA.
— ¿Por qué murió gente inocente?
— ¿Qué estás diciendo?
— Paul, toda esa gente, murió. Que importa que haya sido culpable o no, eran seres humanos, y ahora han muerto. ¿Que acaso no se valora la vida? Además ¿era necesario volar el edificio?
— ¿Sabes una cosa? No necesito que hables. Ya casi echas la misión a perder. Así que sería mejor si haces silencio.
Giré la mirada a la ventana— ¿Sabes qué? —Dije— no necesi...
De inmediato vi en el retrovisor algo conocido: el Porshe negro que había visto a la mañana, y esta vez nos perseguía de nuevo.
— Paul...
— No quiero escucharte, ¿de acuerdo?
— Paul. Los hombres del coche negro, están aquí, nos persiguen.
— No me dirijas la palabra. Puede ser cualquier otra persona.
Justo cuando terminé de escucharle una banda de disparos llenó el vehículo. Bajé la cabeza a la par con Paul, que perdió el control.
— ¡Smith! —Fue lo último que escuché.
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Doppelgänger
Mystery / ThrillerAhora que Gwen sabe que Ethan sigue con vida, todo este tiempo le estuvo protegiendo, tiene que saber qué hizo en las sombras. Descubre que hay un ser con su misma apariencia, su doble andante, al cual tendrá que enfrentar, costando a cualquier prec...