Doppelgänger

CAPÍTULO 5 - Del otro lado

        Gwen, tienes que despertar. Despierta. Vamos.

        Esas palabras rodeaban mi cabeza, no lograba abrir los ojos, algo me impedía hacerlo.

        "Gwen, puedes hacerlo". No. En realidad no lo lograba, era como si estuviera muerta, como la vez que no desperté por dos años, sólo que ahora escucho mis pensamientos.

        Sacaba fuerzas de mí, no podía. "Podemos levantarnos Gwen, podemos salir de esto". Era una lucha entre mi ser y mi conciencia.

        Hasta que por fin logré abrir los ojos, pero aún lo lograba moverme. Estaba en un lugar oscuro, sólo veía una pequeña luz. Mi respiración aumentó cuando vi a mi doble acercarse, yo estaba pegada a la cama, era imposible hacer cualquier cosa.

        - Hola, Gwen Smith... - dijo.

        Su voz maligna enfrió toda mi sangre, mi respiración se dificultaba.

        Vi como se me acercaba hasta lanzar un puñetazo. Me había despertado, era todo un sueño.

        Mi respiración desesperante se escuchaba, estaba en una cápsula, la pared anaranjada era de vidrio. Intenté gritar con todas mis fuerzas, estaba en un lugar muy extraño.

        - ¡Alguien me ayude! ¡Estoy atrapada! - gritaba de manera exagerada. Pero no sabía qué lugar era este.

        Golpeaba el vidrio, parecía ser irrompible.

        - Me temo que no puedes romper el vidrio, es de material gorila. - una señora se había acercado.

        - ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? - estaba dispuesta a salir de cualquier manera, los sudores mojaban todo mi pelo, estaba vestida con una bata.

        - Puedes estar segura aquí. - dijo. - Soy Alana Green. Bienvenida a la CIA.

        - ¿La... CIA? ¿Esto es una broma? - veía como mi aliento golpeaba aquella cápsula. - ¿Cómo estoy aquí? Me han golpeado antes de despertar.

        - Respira. Todo está bien ahora.

        - ¿Está enferma? ¡Una chica similar a mí me ha lanzado al piso! ¿Todo está bien?

        - Si cooperas podrías salir de esta cápsula en unas horas.

        - ¡Sácame de aquí!

        - No antes si te comportas...

        Callé. Mi única intención en este momento era repararme de lo que había pasado. Estaba muy confundida y no lograba comprender lo que estaba ocurriendo. Hace un día, una copia exacta ha entrado a mi casa y ha asesinado a Sam. Al otro día despierto en una cápsula en la CIA.

        - Estás escuchando. - sonrió. - Bien... Ahora quiero que me prometas que puedes controlar esto.

        - ¿Controlar qué? 

        La cápsula comenzó a abrirse desde arriba y me di cuenta que estaba libre. Antes de que me hicieran algo corrí a la dirección de la puerta. 

        No valió para nada, me habían atrapado por el tronco e inyectaron algo en mi cuello.

        De nuevo volví a estar conciente. Alana estaba sentada a mi frente. Yo me encontraba sobre un mueble.

        - Veo que no te has comportado.