Capítulo 9

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Una vez más, al despertar, el zorro se encontraba en un enorme bosque, lleno de pastizales, flores, árboles apenas tan grandes como él, y un enorme lago.

"Ughhhhh... mi cabeza... agh, coño..." El zorro estaría acostado en el suelo sosteniendo su cabeza en su mano ladeándola como si se le fuese a caer en cualquier momento... "Mierda... ugh.. ¡OH, MAMÁ!" El gigantesco vulpino miró por todos lados buscando a sus amigos, su hogar, la playa, pero, todo había desaparecido, incluso su ropa había desaparecido, aquél bóxer blanco de detalles naranjas que su madre le había hecho, ya no estaba. "Me robaron hasta los calzones... no es divertido..." El gigantesco zorro suspiró y empezó a caminar sin rumbo. "Espero pronto encontrar a más seres como yo, pero me pregunto dónde estoy ahora..."

Buscando un lugar donde hubiera más seres racionales con quienes hablar, se encontró una mesa solitaria enmedio de un pastizal.

"Huhhh... qué raro... ahora todo mundo está dejando muebles para el hogar en el bosque como si fuese basurero..." Decía mientras inspeccionaba la mesa, estaba hecha de madera y pintada pobremente con un logo. "Recierna... Equinóloga... La Morena... hmmmmm... ah, Reserva Ecológica La Moneda, curioso... no se parece en nada a mis monedas..."

Proyecto 2234-ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora