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Han pasado casi seis semanas desde el incidente con el Nomu y la biblioteca ya casi estaba como nueva, faltaba ordenar muchas cosas y de eso Merodī se encarga con tranquilidad, empieza desde temprano y se queda hasta tarde, incluso habían días en ...

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Han pasado casi seis semanas desde el incidente con el Nomu y la biblioteca ya casi estaba como nueva, faltaba ordenar muchas cosas y de eso Merodī se encarga con tranquilidad, empieza desde temprano y se queda hasta tarde, incluso habían días en que se quedaba dormida sobre los libros que clasificaba de nuevo.

En una de esas tantas noches, la joven limpiaba sus libros, ya iban siendo casi las doce de la noche y ella ni cuenta se había dado, solo quería terminar su labor para muy pronto volver a abrir.
Sin embargo, las luces de su local se apagaron de golpe, eso no la asustó, tal vez era un apagón general aunque al ver la luz de la calle, ya le llamó la atención.

Dejó a un lado su trapo, se levantó de donde se encontraba sentada, se acercó a la puerta principal y observó curiosa, ¿acaso los fusibles bajaron?, confiada de que era aquello, buscó a tropezones su teléfono para usar la interna de este, aunque el miedo la invadió de golpe al ver unos intensos ojos turquesa, justo en el mostrador, viéndola directamente como si de un depredador se tratara. Quien sea que había entrado, le muestra el móvil que buscaba y la tenue luz que este emitía, permitió que la rosada pudiera ver tan solo una fracción del rostro de quien había invadido su negocio.
El miedo la hizo entrar en modo alerta e inconsciente generó unos platillos que no iba a dudar en usar.

-Tranquila, Merodī-chan... soy yo~ un viejo amigo de la infancia.

¿Ha dicho amigo de la infancia?, los platillos parpadearon en señal de desestabilización, eso lo aprovechó el intruso y como una gran fiera, se abalanzó sobre la joven, si pudiera gritar, ella ya lo hubiese hecho pero simplemente forcejeó y pataleo con todas sus fuerzas intentando evitar cualquier tragedia. Sus muñecas fueron aprisionadas contra el suelo y sus piernas fueron apresadas con las del intruso, quedando totalmente a merced de él.

-Sh sh sh sh, tranquila, no te haré daño -Merodī se remueve con brusquedad, intentando liberarse de aquel desconocido- Merodī-Chan, soy yo, Touya.

Los ojos de la joven se abrieron de golpe, observando aquellos ojos turquesa; Touya, más bien conocido como Dabi, la observa en silencio buscando que ella le crea. El forcejeo poco a poco fue terminando y las luces volvieron, haciendo que ambos finalmente se vean la cara; ella en un principio no lo reconoció pero al ver la misma mirada triste que él tenía de pequeño, sus ojos se llenaron de lágrimas y con esfuerzo se pudo librar para finalmente abrazarlo con fuerza, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello. Dabi estaba muy sorprendido, pensaba que tal vez ella no lo iba a reconocer pero sí, lo hizo y eso calmaba bastante a su corazón.

Con lágrimas y unos cuantos intentos de sollozos, ella formuló palabras en señas que tranquilamente él entendió.

- "Que fue lo que te sucedió? ¿Quien te hizo esto?" -ella estaba más que exaltada al verlo con aquellas "heridas"-

- Esto lo provocó Endeavor -dijo a la par que hacía las señas, eso llamó mucho la atención de Merodī-  Pero ya quedó atrás, vine a verte.

- "¿por qué no lo hiciste antes?" - le mira y le acaricia las manos después de hacer su lenguaje a señas-

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2023 ⏰

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