Especial de Navidad

19.2K 1.1K 164
                                    

Becky.

La vida junto a Freen es maravillosa, nada comparado a como era en un principio. Desde pequeña tenía cierta fascinación con ella, algo que simplemente me atraía, cosa que a Freen le desagradaba, y así fue hasta que nos convertimos en adultas. El odio que me tenía con total dedicación repentinamente cambió. Freen ya no me odiaba, pero seguía reacia a entregarse completamente a mí. Obviamente, llegué a un punto en el que me rendí con ella, con lo nuestro. Aunque Freen no lo hizo. Me demostró poco a poco lo mucho que significaba para ella, y lo mucho que todo había cambiado entre ambas. Ella cambió... mejoró. Por mí y por ella... por nosotras.

En la actualidad estamos comprometidas, con un sinfín de planes y metas que cumplir. Uno de esos planes es el que tengo en mi mano justo en este momento.

–¡Becky, no lo puedo creer! –Ja grita emocionada.

–¡Shhh! –tapo su boca enseguida–. Freen y Oaey están en la sala, podrían oírte.

Ja es una de mis mejores amigas y la adoro con todo mi corazón, pero sé por experiencia que su boca es muy grande e inconscientemente puede soltar la verdad en cosa de segundos.

–Lo siento –me mira avergonzada.

–Está bien, solo que no quiero decirlo aún. Quiero esperar a la noche.

–Me parece perfecto –me da una mirada enternecida–. Estoy muy feliz por ti, Becky.

Le sonrío para mostrarle agradecimiento.

He tenido convivido con muchas personas a lo largo de mi vida y he formado lazos de amistad que en su momento fueron parte de lo peor que pudo pasarme. Pero Ja y Oaey fueron esa muestra de que aún hay personas sinceras en este mundo. Personas que se alegran por ti y por tus logros. Personas que celebran junto a ti cada pequeña cosa.

–Es hora de volver con las chicas –digo.

Ja asiente, la ayudo a levantarse del lugar en el que está sentada y volvemos a la sala con nuestras parejas.

Freen.

–Esta casa es preciosa, Freen –Oaey observa por la ventana a mi lado–. Tiene una vista maravillosa.

Es cierto. La casa de la playa en donde Becky y yo nos reconciliamos por primera vez, tiene una vista fantástica.

Este sitio guarda tantos momentos importantes en nuestra vida como pareja, que simplemente decidimos seguir guardando un par más. La hemos remodelado y la hemos adaptado para seguir viviendo por un largo tiempo en ella. Nos parecía un trato justo el quedárnosla, ya que de todas formas los padres de mi prometida no estaban interesados en conservarla. Fue el trato perfecto.

–Supongo que el árbol de navidad ya está puesto –la voz demandante, aunque divertida de Ja, nos hace darnos la vuelta para verle.

Mis ojos ni siquiera se cruzan con mi amiga, al contrario, lo primero que hacen es buscar a Becky. Cada vez que la veo mi pecho se agita con emoción, nerviosismo y amor... mucho amor. Es un efecto que ha perdurado con el pasar de los años, y sé con seguridad que jamás dejará de ser así. La veo a la distancia y en lo primero en lo que pienso, es en lo afortunada que soy por tenerla en mi vida. En lo afortunada que soy porque ella me haya dado esa última oportunidad en el pasado. Me hubiese gustado no haberme tardado tanto en admitir mis sentimientos por ella.

Becky llega hasta mí regalándome una amplia sonrisa. Se ve diferente, por alguna razón, hay algo en ella que la hace lucir diferente. Más viva, brillante y por supuesto, hermosa.

–Hola –la saludo cuando pone sus brazos sobre mis hombros.

–Hola –dice antes de depositar un pequeño beso sobre mis labios.

Nuestro Secreto | FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora