Capítulo 2

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De entre aquellas cálidas sabanas resaltaba una cabellera rubia la cual era perteneciente a aquel pecoso chico llamado Lee Felix que casualmente era el hijo de la señora Hyo- ri, pero su vida no era tan dichosa como la de otras personas.

El chico fue despertado por el canto de los pajaritos de su madre, junto todas sus fuerzas de voluntad para poder levantarse de su cálida cama sabia que ya no podía seguir acostado tenía muchas por hacer así que a pasos torpes se dirigió al baño para poder tomar una ducha, ya bañado y más despierto se dirigió a la cocina para hacer su desayuno y el de su madre ya que si no estaba listo para cuando ella fuera al comedor recibiría muchos gritos e insultos como el día anterior, después de unos minutos ya tenía listo unos ricos wafles, huevos, tocino y 2 tazas de café. Justo en el momento en el que termino de poner todo en la mesa su madre entro a la sala, aliviado soltó un suspiro agradeciendo haber terminado todo a tiempo.

- Buenos días madre, ¿paso una buena noche?

- No, me dolían mucho las piernas. Ayer pase todo el maldito día parada arreglando la sala de juntas.

- Me hubiera llamado para llevarle una pastilla para el dolor, ¿pero arreglando para qué?

- Porque hoy en la tarde el señor Bang tiene una junta con unos exportadores de telas muy importantes así que teníamos que dejar todo listo para hoy.

- Ya veo, ¿usted va a estar en esa junta madre?

- Tu que crees idiota, soy su secretaria es obvio que tengo que estar ahí. Cada día me desesperas más no cabe duda que eres un estúpido.

- Lo siento madre. – dijo con la cabeza agachada tratando de contener su llanto. –

- Mejor me voy ya, arruinaste mi desayuno pedazo de imbécil.

Se levanto enojada aventándole el plato al chico para después salir apresurada de la casa dejando a Felix sollozando, su vida a sido un infierno desde que tenia memoria.

Su madre lo despreciaba porque su padre la había dejado cuando se entero de su embarazo si no hubiera sido por abuela el jamás hubiera nacido, pero desde que su ella murió no había nadie quien lo defendiera de los múltiples maltratos de su madre, como la vez que lo dejo 3 días sin comer por haber rompido un plato por accidente o cuando lo golpeo hasta provocarle una gran herida en la cabeza por haber ensuciado su playera favorita.

La vida de Felix no era nada fácil ni mucho menos agradable, pero a pesar de la dura vida que le daba su madre él no la odiaba al contrario siempre hizo lo posible por hacerla sentirse orgullosa de él, por ganarse un abrazo de ella, por un ''te amo hijo'' pero a pesar de lo que hacía lo único que lograba recibir eran insultos y gritos.

Cada noche se acercaba a la ventana pidiéndole a la luna y a todas las estrellas a alguien que lo amara, que alguien lo quisiera tal y como era, que alguien le dijera un ''te quiero'', estaba necesito de cariño y atención, pero nadie se lo daba.

El joven soltó un suspiro limpiandose las lágrimas, resignado se levantó de la mesa para recoger los platos y después lavarlos, una vez terminado de hacerlo se dirigió a su cuarto para cambiarse de ropa eh ir a surtir la despensa y se sobraba tiempo pasar a su pastelería favorita y comprarse un postre.

- Aun días más Felix, tú puedes un día más.

Todos corrían de un lado hacia otro, faltaba una hora y media para la junta y todo tenía que salir perfecto pero la que más presión tenía era la Sra. Hyo-ri ya que al ser la secretaria personal del CEO tenía que tener todos los documentos listos antes de que el señor Bang los pidiera, todo iba bien hasta que se dio cuenta que le faltaban unos papeles donde venían las propuestas de ventas, desesperada estuvo buscando entre todos sus cajones, había revuelto todos los archiveros pero los documentos no aparecían y si no los encontraba se meteria en graves problemas, estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la llegada de Christopher.

- Sra. Hyo-ri. – hablo Christopher pero al no tener su atención volvió a llamar en un tono más alto. –

- Sra. Hyo-ri le estoy hablando.

- Ooh lo... Lo siento señor no lo escuche.

- No se preocupe, ¿se encuentra bien?

- Aa-a si, si señor.

- Porque parece como si le hubiera perdido algo. – pregunto mientras miraba todos los papeles que tenia en su escritorio. –

- N... no señor claro que no, pero ¿dígame se le ofrece algo?

- Venía a preguntarle si ya tenia todos los papeles listos, falta poco menos de una hora y media para que empiece la reunión.

- A... así es señor ya los tengo solo los estoy organizando para que sea más fácil para usted leerselos a los exportadores.

- Muy bien se lo agradezco. – estaba a punto de irse pero se da la vuelta para volverle a hablar. – Ah que no se le olviden las propuestas de venta eso es lo más importante

- Carajo. – maldijo internamente. – N... no señor, claro que no.

- Muy bien los espero – dicho eso se va a su oficina. –

- Biablos, donde deje esos malditos papeles, piensa Hyo-ri, piensa, donde pudiste haberlos dej.... en el sofá, claro los deje en el sofá y todo por la culpa de aquel idiota que me hizo enojar. Tendré que decirle que me los traiga, solo espero que me conteste el teléfono el muy tonto.


En cuanto Felix llego a su casa se dispuso a guardar todas las cosas que había comprado y cuando termino de acomodar todo se puso a comer la rebana de pay de frambuesa que había comprado.

- Por fin podré comer mi pay, hace mucho que no comía uno

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- Por fin podré comer mi pay, hace mucho que no comía uno.

Cuando estaba por darle el primer bocado mi celular timbro dejando ver en el identificador el nombre de 'Madre', tembloroso conteste la llamada, ella nunca me llamaba solo lo hacia para pedirme algo o reprocharme cualquier cosa, solo espero no haber hecho algo que la hiciese enojar.

- Hola madre.

- ¿Dónde estás?

- En la casa madre.

- Necesito que busques si en el sofá grande de la sala hay una carpeta.

- Deje la busco.

- Date prisa niño.

- Esta una de color verde, ¿es esa?

- Sii adentro deben venir unos papales que dicen propuestas de ventas.

- Emm si así es, ¿quiere que haga con ella?

- Traila a la empresa, son para la junta de hoy.

- De acuerdo voy para allá.

- Bien date prisa, los necesito ya.

Después de colgar la llamada Felix tomo la carpeta y salió rápido con dirección a la empresa donde trabaja su madre, lo que no sabia es que iba camino al lugar donde conocería a la persona que le cambiaria la vida por completo.

Amor comprado (Chanlix) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora