Capítulo 22.

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Eran las 10:15 de la noche y la ciudad había sido asotada por una gran tormenta, llevaba horas lloviendo. Christopher apenas habia salido de la empresa y se dirija con pesades a la casa.

Su día había sido agotador, tenía mucho trabajo por hacer y muchas juntas, tan solo hoy tubo 4, le dolía mucho la cabeza sin mencionar la enorme tristeza que tenía en su corazón. Después de 30 largos minutos que habían parecido horas llegó a la casa, entro todo mojado debido a la lluvia; estaba todo oscuro como de costumbre esta semana solo habia una pequeña lámpara encendida.

A pasos lentos se dirigió a la cocina y encendió la luz, hagotado se sentó en frente de la barra apoyando sus brazos sobre esta y escondiendo su cara entre ellos, se sentia triste, cansado, fastidiado y muy solo. Cada día se sentía más desesperado por no encontraba solución a sus problemas.

Estaba a punto de llorar pero sintió que alguien lo abrazo con una toalla por la espalda. Extrañado levanto su cabeza y detrás de él estaba Felix. Su corazón volvió a latir.

- Estas todo mojado y frío. - acarició su rostro. - Si no te cambias de ropa de vas a enfermar.

- Fe.. Félix... Yo...

- Shhh tranquilo, changbin vino hoy y me explico todo. - Acaricia su cabello. -

- Abrazo a Félix de la cintura. - Lo lamento mucho mi cielo, nunca fue mi intención hacerte daño, lo lamento, lo lamento. - Llorando. -

- Tranquilo, te perdón. - Lo toma de sus mejillas. - Todo está bien cariño, todo está bien. - Le decía con un tono de voz tranquilo mientras limpiaba sus lágrimas. -

Sus miras se cruzaron por un largo momento, una pedía perdón y la otra brindaba consuelo pero en ambas reflejaban un amor incondicional por el otro. Sus rostros se ha cercaron lentamente hasta tener sus labios a centímetros de distancia y con un dulce suspiro los unieron en un largo beso lleno de amor.

Christopher apego a Félix más cerca de él, estaba desesperado por sentir su calor, su tacto, sus manos y sin duda por volver a besarlo. Estuvieron así por unos minutos pero la falta de aire los obligó a separarse haciendo un ¡puk!

- Te amo tanto Félix, eres lo más valioso que tengo en esta vida.

- Yo también te amo channie, prometeme que después de esto ya nos vamos a ocultar nada. Sin importar que pase quiero que siempre seas sincero conmigo así como yo lo seré contigo. - Lo tomó de sus mejillas. -

- Te lo juro corazón, nunca vas volveré a hacer algo que te disguste ni mucho menos ocultarte cosas.

Estuvieron unos minutos más así, abrazados diciendose cosas bonitas mientras se daban besitos y caricias tiernas, Felix jugaba con sus rulitos mojados enrollandolos en sus dedos mientras chris mantenia sus brazos enrollados en su cintura apegandolo más a él, todos unos tortolitos.

- Tienes que irte a bañar y cambiar de ropa channie si no te enfermaras. - Remueve sus rizos mojados. -

- No, no quiero irme, quiero estar aquí contigo. - Hizo un piquito en forma de pedir un beso. -

- Tienes que hacerlo, en lo que tu te bañas yo te caliento la cena okey. - Le da un besito. -

- Mmm bueno pero cenemos arriba sí.

- De acuerdo, anda ve.

- Ya voy pero antes dame otro besito. - Le hace ojitos de perro. -

- Solo 1 y ya eh.

Lo toma de sus mejillas y le da un besito corto, Christopher subió rápido a bañarse y Felix de dispuso a calentar la cena. Una vez ya caliente y servida en un plato subió a la planta alta pero primero fue a su cuarto a cambiarse de ropa ya que también término empapado al abrazar a Chris, ya cambiado todo la cena y se dirigió a la habitación del rubio mayor.

Entró con cuidado a la habitación, la regadera aún se escuchaba así que dejó la bandeja en la mesita de noche y se dirigió a la puerta del baño.

- Toc, Toc. - Ya traje la cena, date prisa si no se te va a enfriar. - Dijo desde el otro lado de la puerta. -

- Sí ya voy. - Dijo cerrando la llave. -

5 minutos después salió del baño secandose el cabello con una toalla.

- Mmhhh huele delicioso, ¿que preparaste hoy?

- Sopa, esta haciendo así que supuse que te gustaria comer algo calientito. Ven siéntate.

- Pero sólo hay un plato, ¿tu no vas a cenar? - Dijo mientras se sentaba a su lado. -

- Ya cene hace rato, a ver ven. - Toma le cuchara y la llena de sopa, le sopa un poco para asegurarse de que no esté muy caliente. - Di ahhh.

- Aaahhh... Mmmhhh sabe riquísimo. - Formó una gran sonrisa en su rostro. -

- Cada vez que me enfermaba mi abuela me hacía esta sopa. - Le da otra cucharada. -

- Bendita sea tu abuela que te enseño a cocinar tan rico.

- Herede su buena mano para la cocina. - Le dedicó una linda sonrisa. -

- Ya extrañaba esto.

- ¿La sopa?

- No, estar junto a tí, la comida no me sabia igual si no estabas tú, extrañaba verte por las mañana y las noches. Te amo con todo mi corazón nunca me cansaré de decírtelo.

- Sabes que el lo que más me gusta de tí, tu lindos ojos.

- ¿Por que mis ojos?

- Porque amo perderme en ellos cuando los veo, hacen que me olvide de todo lo que hay en mi alrededor y solo pienso en tí.

- Eres lo mejor que me ha pasado solecito, no soy nada sin ti a mi lado. - Junta su frente contra la de Félix. -

- Yo te prometo estar junto a tí toda la vida sin importar nada ni nadie.

Sus corazones latian frenéticamente mientras contemplaban el rostro del contrario, menorisando cada lunar, cada peca, cada pestaña. Ambos amaban estar cerca del otro y tanta distancia durante días los estaba matando, uno necesita al otro con urgencia y el destino volvió a ponerlos juntos una vez más.

Amor comprado (Chanlix) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora