Bang Christopher es el empresario mas poderoso y millonario de todo corea a sus 25 años, teniendo en su patrimonio miles de negocios con los cuales a formado una de las fortunas más grandes del mundo, pero a pesar de estar forrado en dinero siempre...
Sali del departamento aun tomado de la mano del señor Bang, aun no podía creer nada de lo que estaba pasando estaba en shock hasta que escuche la voz del señor del señor Bang hablándome.
- Solecito, ¿me escuchas?
- S... si
- Mira yo se que esta no fue la mejor forma de acercarme a ti, pero no encontré otra, pero te voy mi palabra de hare lo posible por ganarme tu cariño.
- ¿Y como se supone que deba tratarlo señor Bang?, ¿debo ser sumiso y callado ante usted? - dijo dejando ver su sarcasmo.
- Para empezar no me llames señor Bang, llámame Christopher o Chan como vas te gusté - dije acariciando su rostro.
- De acuerdo, Christopher.
- Contestando a tu pregunta no quiero que me trates como los demás lo hacen quiero que seas tu mismo, di lo que piensa, lo que opines, que digas cuando algo te gusta y cuando no. No quiero a un esclavo quiero a una persona que diga lo que siente.
- ¿Y si no te parece lo que yo piense?, ¿lo que yo opine?
- Podemos llegar a un acuerdo, además no podre decirte que no nada - le dice mientras toma su mano.
Durante el resto del camino Felix no dijo ni una solo palabra se la paso callado y viendo a través de la ventana, una parte de mi quería abalanzarse sobre él, pero otra me decía que primero debí darle tiempo para que se acostumbra a esto.
Después de 20 minutos llegaron a la casa de Christopher dejando a Felix boquiabierto al ver la enorme casa en la que viviría a partir de hoy, cuando estaba a punto de bajar Christopher lo detuvo diciéndole que espera esto desconcertó a Felix, vio cómo se bajó para después darse prisa y llegar hasta su puerta para abrirla dándole su mano para ayudarlo a bajar, un poco cliché pensó Felix.
- Bienvenido a tu nuevo palacio príncipe mío. Si llega a haber algo que no te guste lo podemos cambiar a tu gusto.
- Disculpe señor ¿Dónde ponemos las maletas del joven Felix?
- Póngalas en la habitación principal por favor.
- De acuerdo señor.
- Ven te enseñare tu nueva casa solecito.
Pasamos casi 30 minutos recorriendo la casa y en verdad que era un palacio, contaba con 30 habitaciones, 2 piscinas, un gimnasio, una cocina enorme, una sala de cine, un jardín precioso e inmenso y sin contar la increíble sala que tenía. Todo iba bien hasta que me llevo a una de las habitaciones.
- Por último, está en la habitación principal.
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- Wow es.... es... enorme.
- Y es completamente para ti solo. - Dice mientas lo abraza por la espalda. - Este es mi habitación, pero no quiero darte otra que no sea la principal y tampoco quiero obligarte a dormir conmigo, mis cosas estarán aquí, pero yo dormiré en la habitación de alado.
