Capítulo 5

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A KyungSoo y JongIn les fue encomendada la tarea de ayudar a los niños a lavarse las manos y la cara después de haber jugado con ellos durante gran parte de la mañana.

Era el segundo día colaborando para Sonrisas y Barriguitas y JongIn sintió como muchas cosas florecieron y nacieron en su interior.

Secretamente había gastado algo de dinero para traer algunos colchones inflables, bocadillos, grandes cajas de galletas y jugos y contratado a un carrito de perritos calientes para que ellos tuvieran un día divertido. Había hablado al respecto con YunAh antes de irse ayer y ella había estado encantada con la idea, la producción también lo aprobó y él se encontró con muchas miradas ilusionadas cuando los niños llegaron y vieron todo esto dispuesto para ellos.

Fue satisfactorio.

Esta vez, los padres de los chicos podrían quedarse con ellos (cosa que no hacían mientras los pequeños entraban al comedor para comer) y divertirse en familia. Las duchas fueron prestadas a los adultos, ropa agradable les fue otorgada y entonces estuvieron limpios y presentables para esta ocasión. Por las sonrisas contentas y agradecidas en los rostros de todos, JongIn supo que había hecho algo bueno, que esto era maravilloso, y se sintió un poco mejor consigo mismo.

KyungSoo también lo había estado observando de cerca, atenta y fijamente, queriendo hacer la pregunta pero reteniéndose por la cámara flotando a su alrededor. Él lo sabía, JongIn era consciente de ello, pero solo quería confirmarlo de su propia boca.

Tal vez lo hiciera más adelante, cuando se encontraran solos y pudieran tocar el tema con tranquilidad.

Entonces, con todo esto en marcha, JongIn y KyungSoo estuvieron bien con ser los animadores principales de esta jornada de diversión. Se pintaron el rostro, se pusieron un par de gorros y con ayuda de algunas ahjummas mantuvieron a todos los niños divirtiéndose, saltando, haciendo carreras o participando en algunos juegos divertidos.

Para JongIn, todo esto fue como un respiro de la realidad. Fue un bálsamo de paz para su corazón maltratado.

Finalmente, luego de horas de juegos y risas, JongIn y KyungSoo trajeron algunas toallitas húmedas y se dispusieron a limpiar a los chicos para que pudieran comer la comida que ya se encontraba lista.

Fueron buenos niños, formándose obedientemente y esperando sus turnos. JongIn se había ganado su cariño rápidamente, así que su fila fue más larga que la de KyungSoo y era recibido con risas, un par de abrazos apretados y miradas brillantes.

(Y él simplemente lo recibió todo con felicidad y complacencia extrema).

ㅡTe aman tanto ㅡsusurró KyungSoo después de dejar ir a una pequeña con muchísimas migajas de galletas en el rostro y mejillas adorables, y JongIn lo miró de reojo momentáneamente con una pequeña sonrisaㅡ.

ㅡEs porque soy otro niño dentro del cuerpo de un adulto. Listo, campeón, ahora ve a comer ㅡel chico asintió rápidamente, les dio una sonrisa y luego corrió hacia el almacén para reunirse con los demásㅡ.

Para entonces ya habían terminado con su tarea y se encontraron sentados en el suelo uno junto al otro, con los hombros rozándose y los paquetes de toallitas vacíos en el regazo.

KyungSoo sonrió un poco y recargó su barbilla sobre las rodillas.

ㅡTe ves feliz, dichoso, como si lo tuvieras todo en el mundo por hacerlos felices. Hace que me pregunte cómo sería si ㅡKyungSoo se detuvo abruptamente, ojos ampliados con sorpresa, como se le impresionara su propio atrevimiento, y no tardó en reparar apresuradamente—... lo siento, no debí haber dicho eso, fue algo idiota de mi parte.

(Y como un tornado) Regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora