- Verte otra vez-

894 88 38
                                    


"¡Pete! Al fin te ubico. Soy Macao, te acuerdas de mi ¿Verdad? Estamos planeando volver a vernos con el grupo y espero quieras venir. En nuestro antiguo lugar, ya sabes, será el viernes a las 8, vendrás ¿No?"


Pete vio el mensaje por décima vez, no, eso no era bueno. No le extrañaba que uno de sus viejos amigos lo haya contactado, gracias a las redes era casi imposible no dar con alguien en estos días, pero no había esperado esa invitación. Hacía más de siete años que se había apartado del grupo y visto por última vez ¿Por qué reunirse, por qué invitarlo? Él supo que el grupo seguía en contacto, un par de veces lo intentaron convencer para que regrese, pero la excusa de la distancia y la adaptación a la nueva ciudad habían servido por completo.

No, él no quería verlos.

Aun así mantuvo su mirada pegada a la computadora leyendo una y otra vez aquellas palabras ¿Acaso era masoquista?

-¿Pete?- una carpeta cayo en su escritorio y el pelinegro se sobresaltó, se tiró hacia atrás chocando con el respaldo de su silla y haciendo que esta se corra- ¡Cálmate hombre! ¿Qué te pasa?- Porsche, su compañero de sección en el diario, apoyo una mano sobre su hombro viéndolo preocupado.

-¿Eh? Nada, no es...nada.

El contrario lo miro con una ceja alzada dando el mensaje de que no le creía, luego, como si lo presintiera se giró hacia la pantalla y comenzó a leer el fatídico mensaje.

-¿Es "ese" Macao?

-no, no es nadie- se tiró hacia adelante y minimizo la pantalla viéndose nervioso.

-bueno, por como reaccionaste lo parecía- apoyándose contra el escritorio de este lo observo- ¿Aún estas con esa crisis de adolescente?

-no tengo ninguna crisis- solto con una mueca de disgusto.

-entonces ¿Por qué lo evitas?- Pete no respondió, lo que lo hizo bufar- pasaron ¿Cuánto, seis años?

-siete- corrigió- pero no importa, eso es parte del pasado.

-si lo fuera no estarías tan alterado- Pete se negó a responder lo que lo hizo suspirar- ¡Por dios! ¿Cuándo vas a dejar de actuar como un bebe? El tipo ni debe recordarte.

-eso lo sé- aparto la vista sin animarse a ver la pantalla de nuevo- pero yo...lo recuerdo.

Había sido un día como ese cuando él había abierto su corazón al Vegas y este, sin ningún cuidado lo había rechazado. Enamorarte de tu amigo era malo, que este te rechace era peor, pero que todo tu grupo de amigos se entere y te vean como un chico lamentable era... patético. Recordaba aun lo incomodas que fueron sus salidas después de eso. Tanto Macao como Big se habían mantenido al margen, pero Chay lo había acosado una y otra vez con bromas tontas y, en algunos casos hirientes. Tras semanas de no soportarlo él solo tomo el camino del cobarde y se mudó con su padre a otra ciudad, era lo único bueno de tener padres separados. Distancia.

-creo que debes dejar de esconderte y aceptar esa invitación ¿No dijiste que querías demostrarles a todos lo mucho que habías cambiado? ¿Cómo... Cómo dijiste la otra vez?- una sonrisa cubrió el rostro de su amigo y Pete se arrepintió de llamarlo de esa forma- "mostrarles todo lo que Vegas se perdió"

Al oírlo se hundió unas pulgadas en su silla, si, era patético cuando tomaba, y más aun sabiendo que aun pensaba en él.

-no soy tan valiente hyung.

-vamos, no es tan malo. Es a una hora de acá, puedes ir y volver si te acobardas- Pete lo miro con molestia ganándose otra palmada en su hombro- Kinn y yo podemos ir ¿Qué dices? Apoyo moral, así lo llaman.

Beat of your heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora