Capítulo VI

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Terminó de guardar las cosas en la caravana sin que nadie la viera, aún era temprano y Sakura e Ino estaban durmiendo profundamente en el cuarto y como los demás durmieron fuera, no había nadie más allí. Con cuidado tomó algo de ropa para no hacer ruido y se fue al baño a tomar una ducha. 

Eran las 8 am y ella despertó hace una hora. 

Empezó a abrir los ojos cuando escuchó ruido, se dio cuenta que estaba en el piso sobre las almohadas y mantas, mientras que Gaara terminaba de sacar las mantas que ella puso para tapar el techo con el  agujero. Ya todo estaba guardado en las bolsas que trajo, solo faltaba las cosas donde ella dormía. Se sonrojó al recordar que durmieron juntos porque cuando estaban a mitad de la cuarta película de Harry Potter, volteó y vio que el pelirrojo ya estaba durmiendo y seguramente no tardó mucho para que ella también cayera  en el sueño. Pero ante todo le agradeció por quedarse con ella viendo la película y por ayudarla a recoger todo y llevarlo hasta la caravana. Dejando las cosas en el pasillo, él se fue después de cambiarse diciendo que iría con Naruto, por eso no estaba por allí ahora.

Salió media hora después ya bañada, cambiada y con el pelo levemente húmedo.

—Oh, Hinata, buenos días —saludó la rubia sonriéndole a pesar que sus ojos parecían querer no abrirse. Salía del cuarto con una toalla y ropa en mano—. ¿Estás usando el baño?

—Buen día, Ino-san —devolvió jovial el saludo—. Ya terminé, adelante, puedes usarlo.

—Gracias —y se metió al baño cerrando enseguida la puerta.

Hinata sonrió y caminó al cuarto para sacar algunas cosas, saludó a la pelirosa, quien empezaba a moverse en la cama queriendo seguir durmiendo, pero sus ojos estaban abiertos. 

—¿Ya estás lista? —preguntó sentándose en la cama viendo su móvil al saber que ya no podría seguir durmiendo.

—Ya casi, Sakura-san —respondió aplicándose repelente y protector solar por toda la piel expuesta— ¿Por qué?

—Me llegó un mensaje de Naruto, al parecer los chicos se irán a bañar a una laguna y necesitan ropa —dijo mientras palpaba con sus pies el suelo alfombrado buscando sus pantuflas de conejito rosa—. No sé si te diste cuenta, pero no hay mucha señal en este lugar, así que recién me llegó el mensaje, pero lo envió hace más de media hora —encontró sus pantuflas y caminó fuera para ir al cuarto donde dormía el rubio y sacar su ropa.

La peliazul se apresuró a terminar lo que hacía para agarrar una toallita húmeda y limpiarse las manos, para seguidamente buscar su celular. Quizá el moreno también le había escrito y ella no escuchó.

Se quejó bajo cuando su celular no prendía, seguramente por la batería nula que tenía. Fue a buscar un conector y esperó un par de minutos para que prendiera. A penas el móvil tuvo encendida la pantalla de inicio, empezó a escucharse el sonido de las notificaciones de los mensajes que le llegaban. No tuvo que hacer mucho esfuerzo en buscar el chat del Uchiha porque estaba en primero con 10 mensajes y tres llamadas.

—Entonces, ¿podrías llevarle sus cosas?

—Si, seguro, pero dame unos minutos —dejó el celular cargando sobre la mesita de noche y empezó a caminar—. Necesito llevar la ropa de Sasu...

—No hace falta —la peliazul se detuvo y volteó a verla—, Naruto dijo que necesitaban sus ropas, así que puse la de Sasuke-kun también —se acercó a la chica para extenderle la bolsa—. Blanco es de Naruto y Azul de Sasuke-kun —explicó abriendo la bolsa para hacerle ver las otras dos bolsas—. Ino se lo llevará de Sai. Ahora ve y si te dice algo Naruto dile que lo veré en el desayuno.

SOBRE RUEDAS (GAAHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora