Desahogo

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Lily mordió su labio cuando dos lechuzas se posaron sobre su ventana. Recogió ambas y tuvo que dar de comer a las aves. Golpeó los sobres entre sí y finalmente decidió abrir la de Philip.

Me da mucho gusto que estes de regreso, ¿has pensado lo de Paris?

Philip.

Sintió su corazón detenerse por unos segundos. La nota estaba redactada de manera muy fría, todo lo contrario, a lo que habían sido sus meses con Philip. ¿Acaso sabría qué pasó 2 días en Albania con Scorpius? ¿O que ella estaba confundida respecto a sus sentimientos? Pero si era así, ¿por qué continuaba la invitación a Francia?

Sacudió su cabeza, la culpa era de ella por haber permitido que Scorpius volviera a interferir en su vida y por mandarle la misma nota que a su novio, cuya respuesta llegó en seguida.

Yo también te quiero, Lily.

Menos mal que no te quedaste más tiempo en Albania, ¿Quieres que nos veamos?

Scorpius.

Pero no quería verlo a él, ni ir a Paris, no aún. Tenía que hacer algo para aclarar su mente y evitar volver a mandar dos notas iguales a personas diferentes. También tenía que ir al cuartel para hablar con sus compañeros, o mejor dicho con su familia, de todo lo que había encontrado en Albania. Así que decidió hacer eso primero, pero concretó una cita por la noche con las únicas dos personas que podían ayudarle, aunque eso implicara contarles la verdad que había estado ocultando durante tantos años.

Desayunó un batido de avena y un croissant, tomó un baño, eligió vestirse con jeans, tenis y una túnica para aparecerse cerca de la entrada del Ministerio. Al llegar, respondió los saludos de todos y fue derecho hasta su oficina, donde sacó todos los objetos que trajo de Albania y comenzó a registrarlos en pergaminos para después lanzarles hechizos. Para su desgracia, ninguno de las piezas de oro parecía peligroso, pues quedaron destruidos sin necesidad de maldecirlos.

—No sabía que había regresado—dijo una voz femenina desde el marco de la puerta—escuché ruidos y vine a ver qué ocurría.

—Ah, hola Michelle—saludó Lily—¿No te lo contó James?

La chica de pelo negro negó con la cabeza mientras caminaba hacia Lily.

—¿Encontraste algo interesante?

—No—resopló Lily—nada de esto parece una amenaza, me imagino que el brazalete era una excepción.

—No puedes llegar a esa conclusión solo con un viaje. Posiblemente debas de volver a casa de los Malfoy.

Los ojos cafés de Lily se abrieron ampliamente al escuchar ese apellido.

—Fue ahí donde supiste que tenías que ir a Albania, ¿no?—agregó Michelle confundida.

—Sí, algo así.

—Bien, te dejo terminar entonces.

Después de varias horas, Lily llamó a Teddy para preguntarle su opinión de las cosas.

—¿Malfoy te sugirió ir a Albania? —preguntó su amigo—no tenía idea de que las hermanas Black tuvieran un pasado ahí.

Era claro que Scorpius estuviera más cercano a Bellatrix, pues su abuela Narcissa nunca se alejó de ella; a diferencia de la de Teddy que posiblemente quería olvidar la mayoría de las cosas vividas en casa de los Black.

—¿Crees que podría investigar en casa de tu abuela? —preguntó Lily

—¡Claro! —respondió Teddy—pero ¿no será mejor ir a casa de Narcissa?

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