México 0 - 2 Argentina
—Hicieron un buen trabajo, aunque no rindiera frutos, aún así, se aprecia su esfuerzo, muchachos —Felicito el director técnico.
Lozano lo fulminó con la mirada, tenia atorado en su garganta todo lo que quería decirle a aquel viejo, pero se las tragó, ya que no quería tener mala relación con él, como sus otros dos compañeros que no pudieron asistir al mundial.
Mientras que los demás se encontraban cabizbaja o tratando de desahogar su coraje de haber perdido, Memo estaba absorto en sus pensamientos, no podía dejar de pensar en aquel momento donde se saludó con el capitán de la selección argentina.
Seguía recordando aquel shock eléctrico que sintió cuando juntó su cuerpo al del contrario para darse un abrazo antes de iniciar del partido.
Siempre tuvo una especie de admiración por aquel Argentino, aunque no lo demostrara.
—Eres extraño Lionel.
—¿Lionel es extraño? —interrogó su compañero Alexis, extrañado por lo que soltó el rizado.
Guillermo se quedó en blanco al ver que no dijo eso en su mente.
—¿Memo?
—Perdón, no me di cuenta que dije eso en voz alta, olvida lo que dije —respondió mientras recogía sus pertenencias para irse de ahí.
Alexias le dio un último vistazo para después encogerse de hombros, dejándolo ir.
Escuchaba música a un volumen moderado, por si alguien quería dirigirle la palabra este pudiera escucharlo. Frenó en seco al escuchar unas voces en frente suyo.
Checo rápido la hora, enterándose que ya era toque de queda en los dormitorios donde se hospedaba, desvió su mirada al frente, sorprendiéndose al ver quienes eran los autores de esas voces.
Lionel se encontraba muy alegre en los brazos del portugués Cristiano. Memo los miró extrañado, según tenía entendido que ellos habían terminado porque la FIFA no aceptaban relaciones homosexuales.
Quería pasar desapercibido, pero hasta para hacer eso le daba demasiada vergüenza, ¿cómo él podía pasar como si no hubiera descubierto al argentino y al portugués muy cariñosos entre sí?
Notó como Lionel se despedía del mayor con un beso, ahora si el rizado se encontraba muy incómodo por estar presenciando eso. Llevo su mirada hacia otro dirección cuando se percató que el argentino iba en su misma dirección.
«Que no me note, que no me note», pedía el mexicano, siendo completamente ignorado.
Pues el capitán de la selección argentina por supuesto que lo notó, y no dudo en darle un vistazo rápido de cabeza a pies, detallándolo, para después dedicarle una sonrisa.
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Ojos Abiertos |En edición|
FanfictionDonde el dinero y la corrupción son principales causantes de esta maldita unión Lionel tendrá que aprender a sobrellevar aquella relación ante el ojo del público, sin ser descubiertos, y sobre todo, que esa persona con la que se comprometió nunca s...