CURITAS-011.

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—¿Qué haces aquí?.—pregunté al ver a Emmanuel, de supone que saldría a cenar con Yailin, con la familia de ella para ser concretos.

—¿No hay un cabrón trago acá?

—Te estoy hablando.—le arrebaté la botella de ron de sus manos ganándome la pero mirada por su parte pero es que me daba igual.

—Estás haciendo un trabajo pésimo.—fruncí el ceño.—En la casa de Yailin me odian, soy peor que el coco para los chamaquitos, que no tengo palabra, que solo estoy usando a su hija, que ando con mil tipas, que sin chavos nadie me querría, que nunca tendré ni mereceré a nadie que sea real conmigo.—se sentó en el sofá.—¿Cómo lo ves?

—Intuyo que la cena no ha ido bien.

—Lo estaba pero me preguntaron porqué vine aquí contigo.—mierda, se avecina sentimiento de culpabilidad para lo que queda de semana.—Les dije a que te dedicabas y porqué Anuel doble A te necesita tanto y entonces Yailin hizo par de comentarios que no me gustaron.—la curiosidad podía conmigo.—No voy a decírtelos.—no supe cómo reaccionar.—Le respondí mal y no gustó en su casa, me dijeron todo eso y me botaron.

—Lo siento, no es mi intención importunar, puedo regresarme a Miami mañana.—negó con su cabeza.

—Ven acá.—caminó con cuidado ya que yo aún estaba con mi pierna dañada, observé los asientos de la terraza a medida que nos acercábamos a ellos, eran un columpio con espacio para tumbarse dos personas.

Al igual que él, me tumbé y me quedé mirando al cielo.

—¿Sabes que hice cuando volví a mi hotel?

—No.

—Agarré un bolígrafo y papel y me puse a escribir.—comenzó a registrar sus bolsillos.—Cuando terminé de leerlo supe que tenia que venir aquí.

—¿Por qué?

—Habla de ti.

—¿Me compusiste un tema?

—Cabrona, no seas tan cabrona que así no fueron las cosas.—me reí.—Lo grabare cuando el vídeo con Ela esté listo.

—Quiero leer.

—Será cuando salga el tema.

—¿Ella no te ha buscado?.—bajó la mirada.—Quizá esté ahora en tu habitación, y nada que no abres.

—Quiero estar aquí, Majo.—dijo tranquilo.

—¿Ya no me odias?

—Somos amigos, ¿no? Porque justo ahora, necesito una amiga.

—Claro.—se incorporó en el columpio.

—Siento que nadie me conoce, además de ti.

—Llevan un tiempo ju..

—No...—suspiró.—Su familia lo dijo, anda conmigo por quien soy y está bien, supo actuar como si andaba loca conmigo, al final yo tampoco me sentía así con ella.—desvié mi atención a su cadena, acaricié el mini busto de su cara que colgaba de ls misma y cuando elevé la mirada, chocó con la suya.

—Perdona, es que andaba distrayéndome desde hacía un rato.—solté la cadena, ambos bajamos la mirada cuando mi mano se posó sobre su muslo.—Mala m..

—¿Qué pasó?

—Es que no lo siento, iba a disculparme pero mentiría, estoy cómoda así.—Emmanuel no dejaba de mirarme a los ojos.

—Tengo rato queriendo hacer algo también pero no sé cómo vayas a tomarlo...—tragué duro.—Mejor volvamos dentro.

Cuando volvimos a mi suite el ambiente de relajó un poco, decidí probar a distraerlo preguntándole acerca del vídeo con Eladio y eso le sirvió para liberar su mente de tanto Yailin, al parecer habían acordado convocar a cuánta más gente mejor y grabarlo con toda la gente.

Se quería mostrar cercano y agradecido con sus fanáticos que a última hora era los únicos leales y a mi me pareció una idea increíble ya que siempre lo tachan de arrogante

Conseguí que me mostrase un pedazo de la canción, sin pista , era cierto que podía verme entre las letras y casi podía imaginar el beat.

—Es hora de tu medicación.

—¿Ya?.—asintió entregándome las pastillas.—Gracias.—las coloqué sobre mi lengua y bebí agua para poder tragármelas.

—¿Me das ya mi botella de Ron?

—No abuses, Manu.

—Ta bien, tranquila.

(...)

¿tranquila?, pobre ilusa.

Ni siquiera sé cómo terminó arrastrándome, me había bebido ya algunos vasos para no dejar que tomara solo pero el tipo tenía un ritmo bastante peligroso que yo no podía seguir.

Lo único que decidí tomar fue agua, el resto de la noche, necesitaba expulsar el alcohol ingerido-del cual ya no debía quedar mucho-lo antes posible.

—Pensé que estaba enamorado después de Karol, quería estarlo porque tú sabes cómo fueron las redes conmigo...—asentí.—Pero frustraron mis planes.

—¿Quienes?

—Frabian y tu..

—¿disculpa?

—Me metió en la cabeza que te necesitaba, y tú te empeñaste en ser mas que empleada-jefa pa ser panas y no hubo vuelta atrás.

—¿Cuanto bebiste?

—Deja de ignorar lo que digo.

—¿Mmm?

—Quiero andar con Majo, no con Yailin.—abrí los ojos sorprendida.

Está borracho.

—Dale, ven acá.

Muy borracho.

—¿Aún te duele la pierna?

—No mucho.

—¿Y Gus, aun te duele?

—Supongo que..no...—sonrió.

Hizo que me tumbara a su lado, cerré los ojos cuando sentí que dejaba un beso en mi cuello, mordí mi labio inferior para reprimir un jadeo.

—Tengo tantas ganas de probarte..

—Deberías dorm...—no pude acabar la frase porque unió nuestros labios, su lengua movía con agilidad dentro de mi boca, cuando le pillé el ritmo fue casi una respuesta automática subirme sobre él, sentí sus manos acariciando mi espalda.—Emmanuel, ¿qué estamos haciendo?

—Lo que sentimos.

Mordió mi cuello dejándome una marca, maldije porque no tendría como explicar quien me hizo un hickey si ni de mi cuarto podía salir.

Me hice a un lado para que se deshiciera de los jeans que traía , me sonrió antes de comenzar a ayudarme a desnudarme.

—Cabrona, descabronaste...—se tumbó encima de mi.—Ábrete pa m..

—No, Emmanuel.—se alejó.—No estoy lista para esto...—asintió despacio.

—¿Te puedo tocar?

—Sí.

Su sonrisa volvió, separé mis piernas para dejarle mejor acceso y mientras me daba deo' nuestros labios parecían no querer despegarse.

No sabía si era la nota, la tensión acumulada o el despecho pero aquella noche nos exploramos como nunca nadie hizo con nosotros.
•••••
JAJAJAJAJAJAJA Emmanuel ,¿que hiciste?

MAJO CURITAS.[ANUEL AA] ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora