weird & virg*n - 2yeon

Dos

—Entonces, ¿vienes esta noche?

Jeongyeon volteó a verle, dejando de lado su libro de matemáticas, aún le faltaba algunos ejercicios por resolver.—Pero es la fiesta de bienvenida de tu prima, ni siquiera la conozco.—Intentó excusarse.

—No siempre tienes que conocer al anfitrión de una fiesta para poder asistir.—Manoban blanqueo los ojos. —Vamos, no seas aburrida, ven conmigo.

—Mañana tenemos clase, Lisa, además, el superior dejó demasiados pendientes y habrá examen de lo que vimos esta semana. Tengo que llegar a estudiar y terminar los deberes.

—Dale, por favor, ven conmigo, eres quién me ayuda a lidiar con Seulgi cuando se emborracha, o si no, no podré divertirme. Sin ti me aburriré demasiado rápido.

Mentira.

Siempre se iba con alguna chica y se olvidaba de su existencia.

Seulgi, le miró feo luego de escuchar lo que Lisa acababa de decir.—A mi no me metas en tus asuntos. Yo ni pienso ir.

Ahora Lisa se giró a ver a la pelinegra de mechones verdes, juntando ambas manos.—Si no van la pasaré fatal, Nayeon sólo piensa invitar a gente de su antiguo instituto, es pura gente fresita, apuesto a que ni vendrá tanta gente...

—Entonces no asistas. —Le propuso Jisoo.

—Pero si la fiesta es en mi maldita casa, se está quedando con nosotros mientras soluciona unos asuntos con sus padres y mis papás se fueron de viaje, ¿Cómo se supone que ignore una fiesta en el primer piso de mi casa?—Indagó con impaciencia.

—Esta bien, iré, no me ruegues más.—Comentó Seulgi, provocando que Lisa sólo la mirara mal y volviera a Jeongyeon. —Ven, por favor.

Jeongyeon seguía con su vista hundida en su libro, en una hoja aparte había comenzado a realizar el procedimiento de los ejercicios. Tal vez podía terminarlos durante la clase y así tener libre la noche, confiaría en que esos ejercicios serían suficiente entrenamiento para el examen del día siguiente.—Bien, pero si me aburro me iré en seguida.

Lisa vítoreo alegre, realizando un baile de victoria.

Cuando cayó la noche, y Jeongyeon parqueó su auto frente a la casa de los Manoban, quedó helada.

Eso no era para nada a la fiesta que Lisa había descrito que iba a ser.

Media ciudad parecía estar ahí.

La calle parecía infestada de autos mal estacionados frente a la casa de los Manoban, por suerte no era una calle muy transcurrida ya que se encontraba en un barrio de alto prestigio en Seúl.

Jeongyeon soltó un profundo suspiro por lo bajo, sintiéndose levemente incómoda por la gran multitud de personas que comenzaba a ver a medida que avanzaba a dónde era la fiesta. Los reflectores lograban sobresalir por los amplios cristales de los ventanales del salón de la casa de los Manoban, el patio estaba lleno de universitarios, algunos con uniformes de su campus, y otros desconocidos en su gran mayoría, encendiendo cigarrillos, el césped estaba lleno de latas de cerveza y botellas de vodka vacías. Algunos comenzaban a ingresar a la piscina mientras la música sonaba fuerte que podía llegar hasta media calle.

Aún faltaba un poco para la media noche, no podía imaginar como estaría el lugar al día siguiente, y lo mucho que le costaría a su mejor amiga limpiar su pocilga antes de que sus padres se enteraran.

Jeongyeon aún no se había quitado su uniforme ya que al llegar a su casa, se había quedado dormida luego de lanzar su mochila al suelo, se levantó para dar un repaso, alimentar a sus gatos y luego de un paquete de frituras había conducido hasta allí.