—Quédate quieta.—Se quejó la rubia mientras cargaba a Nayeon de camino al ascensor de su edificio, recibiendo uno que otro golpe de parte de la castaña.—¿Por qué estás tan enfadada?—Escupió, sintiéndose extasiada de lidiar con ella.
—¡Te la estabas follando!—Gritó para luego darle otra fuerte bofetada luego de lograr liberarse de sus brazos en un muy fugaz descuido.
Jeongyeon arrugó la nariz, sintiendo el fuerte impacto de su palma estrellarse con su rostro. Era la quinta y su piel le ardía. —¡No me golpees, maldita sea!—Gruñó, perdiendo la paciencia. Estaba demasiado borracha para ser igual de tolerante que siempre. La levantó de un sigilo de la cadera y la condujo dentro del ascensor para después detenerse en su piso.
Ingresandóla a rastras a su casa. Una vez dentro Nayeon se soltó, esta vez yendo directamente a su sala para comenzar a arrojar sus adornos al suelo.—¡No dejaré que me toques! ¡La tocaste a ella!—Estaba realmente enojada, y Jeongyeon no tenia ni idea de que hacer para tranquilizarla.
—Mira, ni siquiera me hablabas, creí que me habías olvidado para siempre, no puedes hacerme eso.. Desaparecer.—Musitó en voz baja, rindiendóse por completo. No servía para esto.—Ni siquiera quería estar con ella, sólo podía verte a ti.
La contraria no le respondió, lo que le hizo entenderlo todo..
El agridulce sabor de ser rechazada, le apagaba por completo.
Un silencio incómodo sacudió la atmósfera.
Se dió media vuelta, comenzando a desabrocharse los botones de su camisa, arrojó su calzado lejos para luego dirigirse a su nevera y sacar una lata de refresco.
Dejando atrás a Nayeon.
Ya había tenido suficiente.
Destapó la bebida y le dio un pequeño sorbo, cuando sintió un ligero agarre en su muñeca.—Nayeon, no quiero discutir más, sólo..—Sus labios se estrellaron con los suyos. Esta vez suaves, sin ningún morbo, desarrollando un lento beso.
Nayeon pasó sus brazos por encima de sus hombros, acercándose todo lo que pudo a su cuerpo.
Si era honesta no había dejado de pensar en esa noche, la deseaba nuevamente, pero jamás lo mencionaría en voz alta.
Jeongyeon capturó su cintura, con cierta timidez, comenzando a posicionar sus manos en su delgada espalda. Los movimientos de sus labios se aceleraban, y aunque sentía una inmensa lluvia de sensaciones genuinas, pronto levantó a la mayor de la cintura, comenzando a devorar su boca con hambre, sintiendo sus piernas enredarse en sus caderas, su centro contra su pene ya duro.
Las manos de Nayeon, su tacto, ahora parecía más desesperado, recorriendo su espalda, ladeando la cabeza para tener más acceso a su boca, le encantaba como succionaba su lengua para luego morder su labio inferior, jalando de su cabellera.
La rubia como pudo, la condujo a su habitación, sin despegarse de su boca. La tumbó suavemente sobre su cama para luego posicionarse entre sus piernas.—E-espera..—Musitó Nayeon con voz ahogada, deteniendo a la más alta.—¿Usaste condón con ella?—Su tono volvía a ser mordaz y aunque no lo parecía, reprimia cierta amargura.
—Lo hice.—Aseguró. Nayeon la miró incrédula.
Se levantó de la cama, comenzando a desvestirse, mientras Jeongyeon la observaba con curiosidad.
Portaba un ardiente conjunto de lencería negro, sus piernas cremosas y su bonito trasero, llevando cierta mirada de decisión que no le asombró lo siguiente que dijo.
—Quiero que de ahora en adelante sólo me folles a pelo.
Las mejillas de Jeongyeon ardieron enseguida.

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weird & virg*n - 2yeon
Fanfiction❝Videojuegos, manhwas y comida enlatada, nunca solía salir de su habitación y dejar la consola, claro, antes de ingresar a la universidad. Al principio, Jeongyeon creyó que conseguir amigos en la universidad había sido lo mejor que le había podido p...