Doce

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—Quédate quieta.—Terminó de realizar el nudo alrededor de su espalda.

Miya se retorció de dolor cuando la acera caliente comenzó a esparcirse por su pecho.

Las cuerdas se tensaron cuando comenzó a sacudirse intentando liberarse.

¡¡Estaba demasiado caliente!!

Nayeon estalló a carcajadas.

Su cara de terror incluso bajo el antifaz, era demasiado con que lidiar.

Lo llevaría a otro nivel.

Presionó el botón de acelerador de velocidades.

—¡Detente!—La escuchó chillar.—¡Verde!

Pero derramó hasta la última gota sobre ella sin remordimientos.

Sus gemidos pronto se convirtieron en quejidos para nada placenteros. Hirviendo en ira.

—¡Suéltame rápido!—Le rechistó con coraje cuando Nayeon levantó su antifaz luego de haber terminado.

La castaña tenía sus labios rojos levantados en una sonrisa canalla, satisfecha al observar el rostro de Miya exhausto de rabia.

Cuando la liberó, las manos de esta fueron a su cuello, luego de empujarla al suelo sin cuidado. —¡¿Que mierda te sucede?! ¡Me quemaste!—Rugió, zarandeado su cuerpo con fuerza.—¡No respetaste la palabra de emergencia!

Iba demandarla.

Nayeon se encogió de hombros, le importó poco cuando su labio comenzó a sangrar luego de que le abofeteara repentinamente.

Escuchó la puerta de su departamento ser azotada, ella se llevó su ropa y se fue. Se sentía más cómoda vistiéndose en el corredor que con una loca como ella cerca.

Regresó al campus a los días de su último encuentro con Jeong.

Y aunque no había dejado de pensar en ella.

Hacía todo lo posible por no acecharla más y no mostrarse interesada.

Compartían clases de vez en cuando, era inevitable que las coincidencias no hicieran su parte.

Chocaban en los pasillos, a veces realizaban contacto visual por varios segundos.

Pero luego llegaba la estúpida de su novia y lo arruinaba.

—¿Por qué no simplemente te deshaces de ella?

Nayeon volteó a ver a Jennie.

¿Estaban hablando de...?

—La reina, antes de cruzar la torre, debes disparar y realizar un cambio de visión para poder verla a lo lejos, si le das con la franco, te deshaces de los tipos que aparecen más adelante.

—¿Los guardianes?—Jennie asintió, indicando como debía hacerlo, Manoban estaba sumergida en las instrucciones que le daba su novia para superar ese nivel, que nisiquiera se dio cuenta que Nayeon las observaba con los ojos abiertos.

Estaban hablando de un videojuego.

Continuó observando a Wonyoung, a unas cuántas mesas de ella almorzando con la rubia.

¿Y si aplicaba el no consejo de Jennie?

Después de su última clase, tomó rápido su nuevo porche, siguiendo a Jeongyeon como todos los días lo hacía.

Trataba de cambiar con frecuencia sus autos.

Pero esta vez le asombró cuando Jeongyeon se desvió de su camino al centro comercial.

weird & virg*n - 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora