Capítulo 10

304 21 2
                                    

*Jake POV*

****************************************

Había ido a reunirme con Henry a la guarida. Necesitaba contárselo a alguien. Y estaba seguro de que si se lo contaba a Dog, quizás podría darme una de sus grandes charlas. Necesitaba a mi hermano y a mi amigo en ese momento.

   —Bueno, aquí traigo un poco de comida —Henry dejó un par de platos de comida en la pequeña mesa que tenía al lado del escritorio.
   — ¿Esto se supone que es comida? —bromeé, al ver un revuelto de Dios sabía qué era.
   —Muy gracioso, puede que no cocine mejor que tu novia, pero al menos sé que sabe bien.
    Probé un poco de aquello y me sorprendió. Tenía razón. Raro aspecto, pero buen sabor.
   — ¿Me vas a contar esta visita sorpresa? —Me preguntó, comiendo un poco— Deberías avisar antes de venir, al menos podría haber preparado algo mejor.
    Dejé el plato, pensando en las palabras que quería decirle.
   —He decidido que quiero estar con Macie para siempre.
   —Ya, eso lo sé.
   —No, no me refiero a esas palabras sólo —sonreí, emocionado. Mi corazón latía con fuerza—. Después de la última investigación con la que me he topado, pienso mostrarlo todo.
   — ¡¿Estás loco?! ¡Te pillarán!
   —Espera que termine —reí al ver su reacción exagerada, que hasta se había levantado de la silla—. Voy a aceptar la propuesta de Macie. Nos marcharemos lejos. Le mostraré que se acabó todo delante de ella. Hackearé las pantallas del centro mostrando toda la información. Romperé el ordenador y el móvil. Cogeré su mano y los largaremos. Ya estoy cansado y quiero terminarlo.
   —Así que... ¿Significa que no te volveré a ver?
    Agachó la mirada, triste.
Sí. No volvería a verme. Lo había decidido.
Quería estar con Macie más que nada en el mundo y si para ello debía terminar con todo esto, pues entonces lo haría.
No me importaría tener una nueva identidad con tan sólo poder estar con ella. Lo necesitaba.
Los meses que nos separábamos, era como que me pegasen en el pecho. Ya me había acostumbrado a estar a su lado, no podía soportarlo más.
   —Sí —coloqué una mano en su hombro y levantó la mirada—, pero eso no significa que no vuelva a contactar contigo alguna vez.
   —Lo sé —suspira y se revuelve el pelo— ¿Pero Macie lo sabe? ¿Se lo has contado?
   —Todavía no, quiero que sea una sorpresa.
   —La vas a hacer demasiado feliz ¿lo sabías?
   —Eso espero.
    No podía parar de sonreír al imaginarlo.
Me da igual donde fuéramos, mientras estuviera con ella, todo sería perfecto.
****************************************

Veo a Macie por el retrovisor, encogida en el asiento de atrás para no ser visible.
Pasamos por al lado del cartel 'Saliendo de Duskwood'. Tampoco parece que nos haya seguido algún coche. Así que no sospechan de mí.
Quizás esto le haga cambiar de humor.
   —Ya puedes relajarte, hemos salido de Duskwood.
   — ¡Por fin! —Se incorpora quitándose las gafas y la capucha— No puedo esperar también a cambiarme de ropa.
    La miro de nuevo, con curiosidad.
   — ¿Vas a contarme la historia que tienes con esa ropa?
    Me mira por el espejo, frunciendo el ceño.
   —No estoy segura de contarlo...
   —No me reiré, lo prometo.
    Suspira, moviéndose un poco en el asiento de atrás, como si relajase su cuerpo.
   —Es mi RPL.
   — ¿RPL? —Arqueo una ceja, extrañado por las siglas.
   —Ropa para llorar...
   — ¿Qué? —suelto sin querer una especie de risa, nervioso. De nuevo, me preocupaba. Ya no sé cómo reaccionar a todo lo que me cuenta.
   — ¡Me lo has prometido!
   —Lo siento —sin soltar de todo el volante, hago un gesto de calma con las manos— ¿Y cómo es que tienes ropa específicamente para llorar?
   —Es... Una definición que mi madre y yo le damos a la ropa que llevaba en mi época mala.
    Veo su expresión de dolor. Me encantaría parar el coche y abrazarla, pero mejor no tener tiempo de momento para eso.
    Me mira a través del retrovisor y sonríe.
   —Estoy bien —dice con voz calmada—. Aunque no pensé en ponérmela para esta ocasión.
   —Deduzco que hacía mucho que no te la ponías por la cara que me dedicaste en el motel.
   —La última vez que me lo puse, fueron los meses en los- —Hace una pausa, llevándose una mano a la cara, masajeándose la frente— No tenía que habértelo contado...
   —Vale, entonces cambiemos la conversación.
   — ¿Puedo ponerme delante?
   —Claro, espera a que-
    No termino la frase que ya está pasando a la parte de delante, levantándose del asiento.
Me pongo nervioso, podríamos tener un accidente ¡Y ella más que nadie lo sabe! ¿Qué le pasa? ¿El que su vida esté en peligro no la hace pensar con claridad?
Se sienta y le lanzo una mirada rápida de desaprobación.
   —En estos años han cambiado bastantes cosas.
   —Ya lo veo...
   —Vale, entonces me toca —noto que me mira. Imposible no saberlo— Así que te apellidas Miller.
   —Sí, apellido común, lo sé.
   —Ya pero... ¿Es el apellido de tu madre?
   — ¿Te preguntas si adopté el apellido del novio de mi madre? —hace un sonido como si dijera 'Sí'— No, mi apellido es completamente el de mi madre.
   —Así que, de momento nada de Donfort.
   —No, de momento no —Creo que debería contárselo. Seguramente se alegrará de saberlo—. Por cierto... He hablado por fin con el señor Donfort.
   — ¡¿Qué?!
    El grito que da hace que retumbe en mi cerebro. Ha reaccionado con más sorpresa de la que me esperaba.
   — ¿Y cómo es eso? ¿Por qué no me has dicho nada?
   —Porque no he podido contártelo hasta ahora.
   — ¿Cómo estás? Después de hablar con él —su voz suena más calmada, suave. Está preocupada por mí, cuando no debería.
   —Sorpresivamente bien —contesto con total sinceridad—, al parecer él y mi madre eran pareja y ella hizo lo mismo que yo.
   —Desapareció estando embarazada de ti...
   —La familia de Nathan no aprobaba a mi madre, y ella no quería continuar causándole problemas.
   —Así que de ahí aprendiste a desaparecer de los que te quieren...
    Voy parando despacio el coche, para luego, poner el freno de mano.
   — ¿Hasta cuándo vas a dejar de recordarme que no te avisara?
   —Hasta que me lo compenses algún día de estos.
   —Creo que va ser un poco difícil dado que vas a casarte.
   — ¡Eso no, idiota! —Me da un golpe en el hombro y me río— ¿Tanto quieres enfadarme?
   —No, eso jamás —finjo un tono de sarcasmo y se ríe.
    Se queda mirándome, con una sonrisa dulce.
Agacha la mirada, pensativa. Ojalá pudiera leerle el pensamiento en este momento ¿Pensará en el pasado? ¿O quizás en lo que pudo haber ocurrido?
   —Gracias por regresar al menos... —al levantar la mirada, veo que sus ojos de nuevo vuelven a estar como la misma noche que nos reencontramos. A punto de llorar— El saber que al menos estabas vivo... Me hizo feliz...
    Cojo su mano y deja que la acaricie con cariño.
   —No iba a dejarte con la duda de si te abandoné o si estaba muerto.
   —Bueno pues... Simplemente, es un alivio... No sólo por mí, sino por tus hermanas —pronuncia deprisa aquellas últimas palabras.
    Asiento y nos sincronizamos a la vez suspirando.
Vuelvo a arrancar el coche y dirijo mi mano a la radio.
   — ¿Te apetece escuchar música? —pregunto.
   —Sí, por favor.
   —Pero no cantes ¿vale?
   —No puedo prometer eso.

Sr. y Srta. Mentirosos / Duskwood fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora