Sr. y Srta. Mentirosos / Duskwood fanfic

Capítulo 24⚠️

Advertencia: Mención de abuso
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*Jake POV*

El hospital se había llenado de gente con ataques de ansiedad por culpa del disparo.
Muchos médicos examinaban en caso de que algunos tuvieran alguna herida.
   — ¡Por favor! ¡Ayudarme! —Grito desesperado— ¡Tiene una herida de bala y se ha desmayado!
    Uno de los médicos se acerca a mí y la examina rápido.
   —Bien, la llevaremos a examinar y la trataremos con puntos ¡Traer una camilla! ¡La chica está desmayada!
    Rápidamente vienen y la tumban.
Los sigo hasta un cuarto lleno de camas y la tumban en la cama, con el carro de curas preparado.
   — ¿Por qué no va a lavarse las manos? —La enfermera me mira con calma— Será mejor que se limpie la sangre, nosotros nos vamos a encargar de cerrarle la herida.
   —Se desmaya con la sangre —les digo preocupado por ella, en caso de que despierte—. Es sensible al verla-
   —No se preocupe, haremos lo posible para calmarla.
    Asiento intentando hacer el esfuerzo de alejarme de ella. Pero debo de ponerme en marcha en lo que quiero hacer.

Me lavo las manos respirando con dificultad. Le han hecho daño a Macie. Yo... No puedo tolerar eso. Es el límite.
Hackeo a distancia su móvil para conseguir el número de Phil, debo de enviarle un mensaje de manera anónima sobre lo sucedido, debe de venir a por ella y llevársela a Duskwood. Voy a encargarme yo de todas las pruebas. Buscar a Schneider será prioridad uno después de todo.

Regreso a la habitación y el doctor se acerca a mí.
   —Se ha puesto un poco nerviosa, así que hemos tenido que darle un calmante —me dice, mirándome con calma—. La policía va a venir a interrogar a todos los presentes. Cualquier información es importante.
   —De acuerdo.
   —Y no se preocupe, su novia estará bien —me da un golpe en el hombro y se marcha.
    Me acerco a la cama, sentándome a su lado.
Macie abre un poco los ojos y sonríe.
   —Hola... —me saluda, un poco dormida— He perdido tu regalo...
   —No pasa nada —le devuelvo la sonrisa. Es increíble que le preocupe el peluche— ¿Cómo estás?
   —Todo me da muchas vueltas —admite, incorporándose un poco— y creo que en un tiempo no creo que vea películas de terror —se mira el brazo vendado, con una mueca de asco—. Creo que voy a vomitar...
   —Suerte que estamos en un hospital —intento bromear, pero en mi voz se nota que estoy preocupado por ella—. Macie-
   — ¿Salir contigo siempre es así? —Suelta una risa floja— ¿Acabando con heridas?
   —Sí, si se investiga algo —aparto un mechón de su cara, casi no puede abrir los ojos—. He avisado a Phil de que estás aquí —poco a poco cambia la expresión, borrando la sonrisa—, vas a volver a Duskwood.
   —No... ¡No! No voy a volver —intenta sentarse en la cama, pero la detengo al ver que se marea—. Jake, no voy a regresar, aún no hemos terminado con esto.
   —Yo me encargaré de lo que queda, es ya mi trabajo —veo como niega con la cabeza y sus ojos brillan, como si fuera a llorar—. Hackearé el sistema de la policía y les mostraré lo que hemos encontrado, no habrá ni un rastro de mí.
   — ¡Igualmente no debes decidir si me debo ir! —se toca el brazo con un gesto de dolor. Intento ayudarla a incorporarse mejor, pero me aparta— ¡Pensé que estábamos juntos en esto!
   — ¡Me prometí que no te metería en peligro! —Alzo la voz nervioso— ¡Ha llegado a darte en el brazo ¡¿Pero y si llega a matarte?!
    Veo como aprieta los labios formando una línea fina. Está enfadada y puedo notarlo.
Se da la vuelta en la cama, dándome la espalda.
   —Macie-
   —Vete —puedo escuchar su voz temblando. Está llorando.
   —Ya puedes contarle a Alan Bloomgate todo, seguro que te ayudará a mantener vigilancia en tu casa.
   — ¡Vete Jake! —no sabría decir si grita mi nombre con odio o decepcionada. Pero su manera de gritarme hace que me duela— Haz lo que tengas que hacer.
    Me levanto de la silla y me voy acercando a la salida del gran cuarto. No sin antes avisarla.
   —La policía nos va a interrogar a todos los que estuvimos allí.
    No me contesta, pero puedo oír cómo llora.
Aprieto las manos con fuerza, haciéndome daño.