Sr. y Srta. Mentirosos / Duskwood fanfic

Capítulo 12

*Macie POV*

Me ofrecí a hacer la comida mientras Jake trabajaba en crear un DNI falso.

Hace mucho que no veo a Peter. La última vez que nos vimos fue por el vídeo de Lilly. Mandaron a hablar conmigo porque era una cara familiar. No consiguió sacar la verdad, mentí para que no supiera que estaba investigando sobre la desaparición de Hannah. Aunque más tarde, supo que yo estaba de una forma relacionada con ella, sólo que le volví a mentir diciendo que en realidad era amiga de una de su grupo de amigos.
Nunca entendí cómo me creyó.
   —Demasiado inocente cuando se trata sobre mí... —murmuro para mí misma.
    Termino de cocinar y coloco la comida en dos platos, llevándola al salón, donde Jake estaba con el ordenador.
   —Aquí tienes —dejo el plato y los cubiertos a un lado.
   —Gracias —deja el ordenador a un lado y decide comer. Bien, ha aprendido a cuidarse y dejar de trabajo a un lado. Demasiado tarde para eso—. Hmhm... Delicioso.
   —Exageras —suelto una pequeña risa—. Vale, hablemos de Peter.
   — ¿Sabías que estaba metido en el caso? —Pregunta mientras se limpia con una servilleta.
   —No, sé de algunos policías, pero de él no —contesto, cogiendo un poco de comida antes de metérmelo en la boca.
   —O sea, que puede que esté metido en el caso.
   —Sería imposible imaginármelo —pienso un poco en aquel hombre y me abrazo a mí misma—. Quiero decir, es como un tío para mí. Cuando murieron mis padres, intentó limpiar mi imagen por todo lo que se habló de mí.
   —Pero eso no tiene nada que ver con lo que sucedió —me recuerda—. Macie, tú más que nadie que no debes juzgar a nadie.
   —Lo sé...
   — ¿Quizás no se presentó delante de ti en el caso porque sabía que podías averiguar que algo raro pasaba?
    Dejo el plato a un lado, con el estómago revuelto. Hubiera sido una buena estrategia, pero ¿planeada por él? Imposible, no le veo capaz.
Pero él fue el que guardó todas las pruebas de aquel muerto. Al menos tiene que saber algo.
   —Tan sólo intento hacer teorías, Macie —dirijo mi mirada a Jake tras oírle. No me había dado cuenta de que me había quedado totalmente pensativa—, no tienes porqué enfadarte.
    Suspiro, asintiendo. Sí, vale, no empecemos a sacar conclusiones, aún no le he preguntado a Peter sobre el caso.
  —Cuando hablamos con Hugo —dirijo mi mirada a la de Jake, escuchando su historia—, me acordé de la pareja de ancianos que vivía en el mismo edificio que mi madre y yo.
   — ¿También tenía Alzheimer? —pregunto, siguiendo el tema para relajarme.
   —La mujer, era la que lo sufría —coloca sus manos debajo de su mentón, entrelazando los dedos—. Me crucé con ella subiendo las escaleras, creyó que era su hijo.
   —Eso... Es muy triste.
   —Sí, no lo niego —ahora es él el pensativo. Es como si nos intercambiáramos las emociones a veces—, pero por aquel entonces, creo que le hice un buen favor.
   — ¿Ah sí?
   —Su hijo murió en un accidente de avión unos años atrás —se incorpora un poco, clavando sus ojos en los míos— y su enfermedad empeoró tras aquello. Me dio un poco de miedo al principio que me confundiera con otro niño y que me quisiera meter en su casa, hasta que apareció su marido a por ella y me lo explicó todo al regresarla a la casa.
   —Debió de darte miedo el pensar que te iba a secuestrar.
   —Si no llegaba a gritar, seguramente su marido no se habría dado cuenta —muestra una sonrisa torcida, recordando aquello—. Su marido, entonces, me contó que estaba muy enferma y que si podía a veces hablar con ella, hacerla compañía cuando él no estuviera en casa. Me ofrecí en ayudar, dado que nunca había tenido abuelos, era una oportunidad de tener unos.
   —Eso es muy tierno...
   —Se podría decir que sí —suspira—. Fue bastante entretenido los momentos que pasé con aquella anciana, escuchando historias que llegaba a recordar. Había otros días que, al no reconocerme ni como Jake o como su hijo difunto, entonces tenía que dejarlo para otra ocasión las visitas —coge aire, como si se sintiera pesado. Puedo ver que fue algo importante para él—. La última vez que la vi, tuvo un momento de claridad. Recordó que su hijo estaba muerto y del tiempo que pasamos juntos viendo películas viejas o, simplemente escuchándola hablar. Me agradeció por toda la compañía que le había ofrecido.
   —Y al día siguiente murió ¿verdad?
   —Recuerdo a mi madre abrazándome cuando me enteré de su muerte y de que no podía parar a llorar —Le dedico una pequeña sonrisa triste. Me alegro de que su madre por aquel entonces, aún siguiera viva—. Me estuvo intentando calmar toda la noche. Había establecido un vínculo con aquella anciana como si de verdad fuera parte de mi familia.
   —Al menos le hiciste feliz, Jake —cojo su mano con cariño y la acaricio, sin apartar los ojos de él—. Estoy segura de que estuvo muy feliz de haberte conocido.
   —Eso espero...