Capítulo 16

248 19 6
                                    

*Jake POV*
****************************************

Estaba en la planta baja del edificio que aún se podía escuchar los gritos del matrimonio. Suspiré.
Otro día igual para la joven Charlotte.

Me la encontré en las escaleras haciendo los deberes. No podía estudiar tranquila con esas personas a las que llamaba 'padres'.
   — ¿Cómo estás? —pregunto, mientras ella se levanta recogiendo sus cosas.
   —Podría estar mejor —contesta con una sonrisa torcida—. Me alegro que estés aquí, Jake, al menos este edificio no es tan aburrido estando tú aquí.
   —Bueno, eso es porque estás todo el día aquí en vez de con tus compañeros —abro la puerta de mi piso, dejándola entrar—, necesitas relajarte de este ambiente, Charlotte.
   — ¿Cómo por ejemplo marcharme lejos de mis padres? —bromea, entrando en la casa.
   —No, para eso espera a cumplir los dieciocho, no cometas locuras ¿De acuerdo? —me preocupaba Charlotte. No era la primera vez que decía sus deseos de marcharse de aquel ambiente y lo entendía. Nadie quiere vivir con una familia que están todo el tiempo discutiendo, pero podría empeorarlo si lo hacía.
   —Síííí.... —arrastra las palabras, sentándose.

Le ayudaba con los deberes complicados. Me gustaba al menos que pudiera aprobar los cursos para que se alejaste de este sitio.
Me pagaba por las clases, en aquel entonces, pensaba que debía de ser dinero de sus padres, pero ahora que lo pienso, quizás no era así. Pero el último recuerdo de ella, no fue agradable.

Recibí un mensaje de un amigo, diciendo que si iba a llegar a tiempo al concurso de rap al que otro amigo nuestro se había apuntado. Teníamos que ir para darle apoyo moral. MUCHO apoyo moral.
Charlotte estaba sentaba en el mismo sitio de siempre y me miró mientras contestaba.
   — ¿Es tu novia? —me preguntó, jugando con el bolígrafo.
   —No, es un amigo.
   —Jake ¿Puedo hacerte una pregunta?
   —Claro.
   —Si no me puedo marcharme sola de este lugar ¿Tú te irías conmigo?
    Me colocó su mano en la mía y la aparté lo más deprisa que pude.
La decepción se podía ver en sus ojos.
   —Recoge tus cosas, ya —me levanté de la mesa recogiendo los vasos de las bebidas.
   — ¿Po- ¿Por qué? —Se levanta y me agarra del brazo, tirando de mí— ¡Es una pregunta fácil! ¿Por qué no quieres contestarme?
   — ¡Eres una niña! —Respondí, intentando hacerla entrar en razón— Entiendo que estás pasando por un momento duro, pero esta no es la manera para hacer que tus padres te presten atención, Charlotte. Debes apreciarte a ti misma y aunque duela tienes que aguantar. Y algún día, podrás largarte a donde quieras, mejorar tu vida.
    Charlotte comenzó a llorar, llevándose las manos a la cara, tapándose.
   —Lo siento Jake... Lo siento mucho... —no paraba de disculparse. Me dolía ver a alguien tan joven estar tan mal, pero yo no podía meterme en su vida y hablar con sus padres sobre sus discusiones, tan sólo era el profesor particular de la niña— Te prometo que me esforzaré y conseguiré una buena vida y que volveré a por ti.
   —Confío en que lo conseguirás.
    Me callé en su último comentario. Tan sólo lo tomé por una adolescente con un flechazo. Era algo común y no me interesaba lo más mínimo.

Por desgracia, no pensé que desaparecería ese día.
***************************

Recibo un mensaje de Aleena a las seis de la mañana ¿Quién se despierta a esta hora?
Ah, claro, sólo he dormido dos horas. Me pasé la noche leyendo los artículos de Oskar y le busqué en internet, pero parecía que todo su rastro se había borrado, tan sólo estaban los artículos de los archivos.

Bajo a la cocina y veo a Macie haciéndose el desayuno. Parece tener mejor cara —o al menos lo parece— que anoche.
   —Que temprano te levantas —se acerca a mí ofreciendo su taza de café—. Toma, con la cara que tienes, creo que lo necesitas más que yo.
    Me cruzo de brazos encima de la encimera, enterrando mi cara, cansado.
   —Hazme un favor —levanto el móvil—, envíale un mensaje por mí diciéndole que no me apetece quedar hoy.
   — ¿También Aleena te ha escrito esta mañana?—me pregunta, sorprendida.
    Levanto la mirada, alargando la mano para coger mi taza ¿Cómo que también le ha escrito a ella?
   —Así que no soy el único al que están torturando con mensajes.
   —En mi caso, es porque mi jefe le ha dicho que estaré en el discurso que va a dar en el centro —se queja apoyándose en la mesa, tomando un sorbo de café—. Voy a tener que aplazar hoy nuestra investigación, lo siento...
   —No te preocupes —me incorporo en la silla, dejando el móvil a un lado—. Por cierto, no he encontrado nada de Oskar Neumann, parece ser que ese hombre no existe por internet.
   —O puede que Oskar Neumann era su seudónimo para los reportajes —veo que mantiene la mirada perdida, pensando en aquello—. Cuando tu trabajo se trata de investigar cosas que pueden poner en peligro a tu familia o amigos, sueles usar un nombre falso para que no averigüen quién eres en realidad.
   —Estamos al principio entonces.
   —Quizás, pero al menos gracias a que encontraste su nombre en internet, podemos ir a su lugar de trabajo y preguntar por él.
   —En eso no tenemos problemas —me acerco a ella, mostrando en mi móvil la página de donde me encontré los artículos—. Oskar Neumann trabajaba en el mismo lugar que tú.
    Macie coge el móvil y lo mira detenidamente, después sonríe.
   — ¡Esto es perfecto! —Exclama— Como tengo que pasarme por allí para redactar la noticia de hoy, puedo preguntar por él.
    Sonrío al ver su emoción por el avance que estamos haciendo.
Después de tantos años con esta incógnita, por fin va a poder quitarse ese peso de encima.
   —Oye, ¿por qué no te vienes conmigo al discurso? Así sales un poco y también te tomas un descanso.
   —No pienso ir a ver a esa mujer, Ma- ¿Qué estás haciendo? —pregunto mientras la veo escribir.
   —Estoy respondiendo a Aleena por ti.
   —No, devuélveme el móvil —intento quitárselo, pero se lo coloca detrás de la espalda—. Macie, lo digo en serio.
   —Tan sólo le he dicho que vas a acompañarme —me responde, con una sonrisa traviesa—. Piénsalo, es bueno hacer contactos en política, quizás ella nos pueda ayudar de alguna manera usando ''su poder''.
    Usar a Aleena... En parte no se veía mal, pero estaba claro que esa mujer no tenía unas intenciones amistosas conmigo.
Me devuelve el móvil y vuelve a su café.

Sr. y Srta. Mentirosos / Duskwood fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora