Capítulo 11

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Atención: Mención de la enfermedad de Alzhéimer.
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*Jake POV*

Tenía que admitirlo, se le daba bien escoger ropa.
Aunque fuera con mi dinero.

No para de mirarse en el pequeño espejo del coche. Nerviosa.
   —Estás perfecta, deja de mirarte tanto —le digo, riéndome— ¿O acaso tienes el síndrome de Narciso?
   —Estoy nerviosa —contesta, cerrando el espejo—. Por mensaje es fácil engañar a la gente, ¿pero se lo van a creer? ¿Nos dejarán pasar?
   —Si hablas tú, seguro que sí.
   —Como siempre, te dedicas a observar.
    Sonrío por ser cierto. Así era nuestro método.

Llegamos a la residencia. Totalmente vigilada por un guardia en la entrada.
Sus altas verjas lo hacían destacar de todas las residencias que había llegado haber visto. Debía de ser una buena familia como para dejarle aquí.
   — ¿Nombre? —el guardia de la puerta nos pregunta.
   —Petra y Benjamin Braun —contesto, y Macie me mira nerviosa por unos segundos.
   —Bien, estáis en la lista de hoy, pueden pasar.
    Nos abren la verja y la miro.
   — ¿Petra y Benjamin?
   —Sí.
   —Son muy sencillos.
   — ¿Querías otro? —la sonrío.
   —No, está bien así.
   —Te dejaré escoger la próxima vez.
    Nos viene bien esta pequeña pausa de ser nosotros antes de comenzar con la investigación.

Entramos y Macie suelta un silbido al ver lo grande que era la recepción.
Nos acercamos para acreditar de nuevo nuestra visita.
   —Nombres, por favor —nos dice la enfermera.
   —Petra y Benjamin Braun —contesta Macie—. Somos los nietos de Hugo Garner.
   — ¿Sus nietos? —Nos mira, sospechando— No sabíamos que el señor Garner tuviera nietos.
    Modo plan B.
   —En realidad, Petra es su nieta —me apoyo al mostrador, susurrando para que el resto de personas no nos oiga. Macie pone cara triste, interpretando un papel—. Verá, su familia no sabe que estamos aquí, nunca aceptaron que se casara conmigo —la mujer forma una 'O' perfecta con la boca, sorprendida—. Ni si quiera le dijeron a la pobre que su abuelo estaba en una residencia, cortaron total conexión con nosotros.
   —Dios mío, eso es horrible —nos mira con lástima y Macie coge mi mano, fingiendo que estaba nerviosa.
   —Por favor, es importante que mi madre no lo sepa —Macie la mira con ojos tristes. Podría haber sido actriz—, el sólo hecho de estar aquí ya podría causar un gran problema en la familia.
   —Por supuesto —la enfermera asiente y en seguida llama por el teléfono—, esperar un momento, voy a ver dónde está ahora el señor Garner.
   —Gracias —nos alejamos un poco y nos sentamos en el gran sofá de en frente.

    Macie se arregla un poco y sonrío.
   —Te mereces un Oscar por tu actuación —susurro en su oído, para que nadie nos oiga.
   —Te sorprenderías la de cantidad de veces que he tenido que fingir que me importaba lo que decía una persona que entrevistaba —contesta, con una pequeña risa.
    Vemos cómo parece que discute por teléfono y nos mira.
Macie se pone a mover el pie, nerviosa y cojo su mano apretándola para calmarla.
   —Va a salir bien —susurro.
   —Pues no lo parece...
    La enfermera nos hace una señal y nos acercamos al mostrador.
   —La hija del señor Garner ha aceptado la visita. Lo siento, es parte del protocolo que avisemos a la contribuyente —Asentimos. Un pequeño error—, pero no os podéis quedar más de una hora. Son sus órdenes —nos dice con una sonrisa. Macie me mira sorprendida. Seguramente va a querer una gran explicación—. El señor Garner está en la sala de recreo, justo saliendo por el lado derecho del pasillo del fondo y después a mano izquierda.
   —Muchas gracias —decimos a la vez.

Mientras caminamos, noto cómo Macie me lanza miradas casi asesinas.
   — ¿Así que investigaste sus vidas?
   —Como ya ves, nos ha servido para entrar aquí.
   —Una cosa es el nombre y otra muy diferente sus vidas.
   —Era más creíble si le contaba todo —le lanzo una sonrisa sarcástica— ¿Pero eso me lo tiene que decir una periodista?
   —Touche.
    Suelto una pequeña risa y ella me da un codazo.

Sr. y Srta. Mentirosos / Duskwood fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora