↬ Capítulo X

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La desesperación de Chan fue evidente cuando buscó por la habitación, por el jardín y por todas las partes de su casa al pequeño ángel que se había jurado proteger.

Encontrar esa nota le partió el alma, pero no se iba a dar por vencido, claro que no, se había prometido protegerlo y lo iba a hacer.

Inmediatamente tomó su celular y lo llamó, claro que existía la gran posibilidad que no le contestara; pero no iba a ganar su corazón y su confianza si es que no luchaba por eso.

Después de casi 4 llamadas, por fin pudo escuchar su suave voz.

"—¿Hola?"

—Seungmin. ¿Dónde estás, pequeño?

"—Perdón Chris, pero no te lo diré.—"suspiró. "—Realmente no quiero causarte problemas con Giselle o con cualquier otra persona."

—A mí Giselle no me importa.—se jaló el cabello mientras caminaba de un lado a otro.—Además no tienes a donde ir y... por favor, déjame ayudarte hasta que te recuperes.

No se escuchó nada a través de la línea, como si lo estuviera pensando.

—Por favor Minnie, primero es tu salud, tu recuperación.

"—Es que-..."

—Insisto.—le habló suave.—No me quedaré tranquilo hasta saber que estás bien y totalmente recuperado.

"—Bien eh...estoy en un parque cerca del centro, al frente de una cafetería pequeña, rústica, que tiene un lindo letrero de color verde."

—Espérame ahí, llegaré en unos minutos.

Chris tomó su sacó y salió de la casa rápidamente, se subió a su auto y comenzó a manejar, pese a que quería pisar el acelerador, se contuvo, porque si mataba a alguien, no podría tener una bonita relación tras las rejas con su pequeño.

Trató de ubicarse por medio del celular, pero por más que busco y buscó no encontraba esa maldita cafetería pequeña, rustica y de color verde, hasta que pudo divisar el parque, que no era parque, sino un pequeño jardín con una estatua.

—Seungmin. ¿Qué haces aquí? —corrió hacia él y se puso de cuclillas cuando lo vió.

—Yo... caminé y llegué aquí.—suspiró.—No sé qué haré.

—Regresa conmigo a mi casa, por favor.

—Es que Chan, tú no tienes porqué cargar con alguien como yo.

—Pequeño, déjame ayudarte.—acarició su mejilla.—Ahora no tienes a donde ir, no tienes algún contacto. No te estoy pidiendo que te quedes a mi lado para siempre, aunque me gustaría que así fuera.—pensó.—Sólo hasta que te recuperes y luego tú tomarás la decisión de lo que quieras hacer.

Las palabras de Chris sonaron tan sinceras, que algunas lágrimas cayeron por las mejillas del menor, sentía que a su lado todo iba a estar bien, que nada malo iba a pasar.

Deseaba tanto quedar a su lado, abrazarlo y gritarle "Si quiero estar contigo", pero una inseguridad se instaló en su pecho.

¿Y si él era como Wonho?

Ese monstruo al inicio se presentó como un hombre amable, dulce y caballeroso, pero luego se mostró tal cual era.

Chris lo tomó con delicadeza del brazo y lo llevo hasta su auto.

—Luego iremos a un tienda, debo comprarte más ropa, porque no puedes vivir siempre sólo con esa ropa.

—Gracias Chan, pero no puedo permitir que a pesar de todo lo que has hecho por mí, me compres ropa.

ᴛᴇᴀᴄʜ ᴍᴇ ʜᴏᴡ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora