Siempre llegan a joder mi vida, Papá

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Emily 

Los años y los siglos pasaban sin darme cuenta, la personas que yo conocía empezaron a morir, la mayoría moría por la edad y enfermedades desconocidas, y otras como mi mejor amigo, Christian morian por mi especie, o bueno partes de ella, recuerdo el día de su muerte, el día donde todo mi mundo se vino abajo, mi mejor y unico amigo murio por culpa de mi propia familia, ese día sería imposible olvidarlo, fue el aniversario de la muerte de mi madre. Salí a caminar con él como lo hacía todos los días, decidí contarle sobre lo que yo y mi familia somos, le conté todo de mi vida y el porque yo no me veía afectada con la edad, para mi sorpresa él lo tomó bien, no quise indagar y aun así continuamos nuestra amistad, muchas veces me contó que le llegaban cartas con amenazas y otras con favores, cuando me las enseñó supe de inmediato quien las enviaba, la caligrafía de David no pasaba desapercibida para mi y mucho menos el olor que impregnaba las hojas y el sello de cera que la sellaba

—Esto estaba en mi puerta, sólo que la caligrafía de esta carta es  muy distinta, y en el sobre dice que es para tí— eso sin duda me tomó por sorpresa, la única persona que me mandaba cartas era David y todas están bajo llave por los fisgones de mi familia.— El sello también es diferente— al ver el sello supe de quien era.

—Esto no puede estar pasando, por algo huimos de ese lugar—mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, si bien no era la primera vez que él me veía llorar, si era la primera vez en la que lloraba de miedo.

—¿Qué pasa enana?—se que él se preocupaba demasiado por mi, el que le llegarán cartas de David eran más para que me cuidara de Viktor y los Vampiros que rondaban por este lugar, es muy tierno que se siga preocupando por mi a pesar de todos los años que decidí ignorarlo él seguía siendo mi guardián desde la distancia y al único hombre al que quiero ver cara a cara, claro que despues de William.

—Sabes que odio ese apodo—dije enojada, cosa que es muy rara en mí—, Mi abuelo te mando esta carta y se muy bien que es una amenaza para mi— al abrirla supe que tenía razón.

Emily, se donde estas y cual es tu debilidad, la plata no puede dañarte, mucho menos matarte... pero aun así no me detendré hasta que sufras lo mismo que sufrí yo al perder a mi hija, ella no tenía que morir, pero mi egoísmo la mado a la tumba y el amor por Lucian y por ti la condenó a muerte y más al engendro que cargaba en su vientre. Escondete, huye y desaparece, que si te encuentro no dudare en matarte con mis propias manos , y a toda tu asquerosa familia. El que seas familia de Marcus no me impide matarte, mi trato con el es solo no matar a tu verdadero padre, William. Espero y valores mucho la amistad que tienes con ese chico, Christian, puede que en algún momento pierda la vida en un accidente o de forma natural.

Te deseo una muerte dolorosa y muy lenta. Con cariño, tu verdugo, VIKTOR.

Al terminar de leer no pude contener la rabia de toda esta situación, él hombre al que muchas veces admire y desee conocer entre las sombras me quería muerta, y no solo a mi, me quería ver sufrir matando a mi mejor amigo.

—¿Qué dice la carta?—no le quería mentir, pero tampoco quería poner su vida en riesgo solo por mi culpa y por el maldito destino de mi abuelo.

—Esa carta la mando mi "abuelo", Viktor, me quiere ver muerta y hacerme sufrir como él sufrió al matar a mi madre; y tú... tu entras en el sufrimiento que me quiere provocar, te quiere matar y a mi también—no pude contener el llanto que me atormentaba, no había dejado de llorar en ningún momento y a decir verdad ya no me importaba, se muy bien que Viktor no puede salir de día, por el sol y no quiero que Christian salga en la noche por el temor a que se lo encuentre y se lo arrebate a su madre, es lo único que le queda a esa señora.—Por favor no salgas en la noche, no quiero que Viktor te encuentre por las calles del pueblo, o por el camino a mi casa— el miedo era palpable en mi voz y no lo quería perder, no me permitiría perderlo, no ahora.

Mi vida con los LYCANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora