Mi vida con los LYCANS

Disculpa mi actitud hija mía

Emily

Estaba dormida, eso lo sabía, pero el lugar donde estaba me parecía familiar, al observar bien a mi alrededor me di cuenta de que me encontraba en las alcantarillas del antiguo castillo de Viktor.
No me contuve y comencé a recorrer el lugar que antes fue mi hogar, las alcantarillas se notaban algo quemadas, seguí caminando hasta que alcance a ver a mi madre, me acerque hasta lo que era su cuerpo inerte. Recordaba la tortura de mi padre el día que mi mamá murió, de la nada mi vestido estaba roto, justo como la camisa más vieja de mi padre y mi espalda estaba sangrando, no entendía el porque, pero quería salir de ese lugar, al dar un paso hacia atrás mis brazos estaban encadenados justo como se encontraba mi padre ese día.

—Esto tiene que ser una maldita broma— me queje mientras forcejeaba para poder liberarme.

—Emily, ¿que haces aquí mi pequeña?— esa voz la reconocí al instante, mire hacía el frente y observé a Bella y a Sonja. —¿Qué te pasó mi pequeño angelito?
No sabía exactamente que decir, pero las lágrimas no paraban de salir y mi espalda seguía sangrando.

—Las extrañó mucho en mi vida—fue lo único que salió de mi boca con la voz entre cortada por la emoción.—No quiero despertar, papá ha estado muy enojado los últimos días y no quiero que me trate mal, como lo hizo Kraven—al decir eso mire mis manos y las note más pequeñas, como si volviera a tener 5 años.

—Sabes que Lucian no se comportaría de esa manera contigo... No estarás sola, Luna te cuida por nosotras y ten por seguro de que en algún momento nos volveremos a ver mi pequeña princesa.

—Pero ahora tienes que despertar mi niña, pronto nos veremos otra vez.

Eso fue lo último que escuché, desperté con la respiración agitada, observé que Luna estaba algo alterada hasta que me observó fijamente y se tranquilizó así que decidí acariciarla hasta que comenzó a ronronear.

Seguí dándole cariño a Luna hasta que unos toques a mi puerta llamaron mi atención.

—Hija,¿Puedo pasar?—era papá y lo sabía, aunque que no quisiera hablar con el por lo que pasó ayer sabía que tenía que hacerlo, por más que me doliera su actitud.

—Claro papá, pasa?—al entrar mi papá a mi habitación su vista calló directamente a Luna que se encontraba en mi pecho acurrucada.

—Puedo saber, ¡¿Porqué carajos hay un gato en esta casa?!—Su actitud me estaba empezando a dar miedo, por lo mismo Luna se puso algo agresiva, a tal punto de arañar a mi papá.

—Hablamos luego padre, tengo que apresurarme en terminar unos vestidos para la tienda en la que trabajo y necesito llegar temprano, tal vez hablaremos en la noche o cuando tú actitud mejore y no sigas así por la muerte de mamá—todo lo que yo decía me lastimó mucho, pero el que mi padre me gritara también fue algo extraño.—Si no te molesta padre, puedes salir, en un momento voy con los demás para seguir con en plan para Michael de candidato.

No me importo que papá todavía no saliera de mi habitación cuando me encamine a darme un baño, Luna no quiso quedarse en mi cama, así que también me siguió. Me di un baño rápido para después cambiarme a una falda larga hasta los tobillos blanca, una camisa de vestir negra con unas botas de tacón algo altas, decidí hacerme solo una coleta alta y ponerme un poco de labial, al salir mi padre ya no se encontraba en mi habitación lo que no me sorprendió, ya que el siempre respetaba mis decisiones, le serví su comida a Luna y limpie su caja para después salir con los demás.

—Emily, ¿a dónde vas tan temprano?—pregunto Raze algo extrañado de verme lista tan temprano.

—Voy a la librería cerca del hospital, prefiero estar ahí hasta que sea mi hora de entrar a mi trabajo.—Estoy segura de que sabía que mentía, pero no dijo nada más, solo hasta que papá hablo.