Mi vida con los LYCANS

Siglo XXI

Emily 

Apenas obtuve la respuesta de la universidad a la que aplique examen salí corriendo directo a casa, o mejor dicho a la estación del metro  pues en todo el tiempo que la humanidad evolucionó, nuestra casa se encontraba en una alcantarilla del metro, la verdad no era un lugar muy asqueroso como en las alcantarillas del castillo de Viktor, pero este lugar era nuestro hogar. Al llegar a la estación aborde el metro en dirección a donde se encontraba la reja por la que entramos algunas veces, pues contamos con otra entrada, una más accesible para nosotros, pero sigue siendo riesgoso que nos vean entrar por ese lugar, cuando bajé del vagón decidí caminar un poco hasta que llegue a la reja, antes de entrar me asegure que nadie me siguió y ahora sí entre, antes de alejarme cerré la reja y me dirigí al laboratorio del doctor, pues sabía que ahí se encontraba mi padre, teníamos la esperanza de poder crear un híbrido con un descendiente directo del primer inmortal de la historia, todo claro a espaldas de Kraven pues el trato que hizo con mi padre se tenía claro que él no puede acercarse a mí y no se puede entrometer en nuestros planes.

Decidí correr hacia el laboratorio del doctor y comencé a gritar y llame la atención de todos los Lycans que estaban metidos en sus asuntos, hasta que Raze se acercó.

 —¿Qué pasa Emily?—cuestionó un poco preocupado.

—Tengo la carta de la universidad a la que presente examen hace dos semanas, me dieron la carta y todavía no se que dice, la quiero abrir con papá y contigo.

—Vamos con el entonces—comenzamos a correr para llegar con mi padre y yo seguía gritando.

—¡Papá, papá, papá papá, tengo la carta papá, tengo la carta!—grite aun mas fuerte cuando ya estábamos cerca de donde se encontraba, lo sabía bien, su olor me lo indicaba—¡Papá, papá, papá, tengo la carta!—mis gritos cesaron y pare en seco cuando capte el olor de un vampiro cera y cuando lo vi salir junto a mi padre me tense, Kraven había venido a ver a mi padre, se me olvidó por completo que hoy tenían reunión.

—Hola Emily—saludo sonriente el vampiro y yo solo pude dar un paso hacia atrás y quedar a la par de Raze, si bien ya no se acercaba a mi, le seguía teniendo pavor.

—Hola, Kraven—hable lo más firme que pude y trate no correr hacia mi "habitación", realmente si la tenía pero casi no la usaba, más que para poder arreglarme para ir a mi trabajo.

—Cuanto tiempo, ¿no crees pequeña?—se intentó acercar y tomar un mechón de mi cabello pero rápidamente me aparté.

—No olvides el trato Kraven, y tampoco olvides la amenaza de David, si ocurre de nuevo yo mismo te mato, ¿quedó claro?—aseguro mi padre y Kraven no tuvo más opción que alejarse e irse al aquelarre, cuando se fue y su hedor se hacía cada vez menor pude respirar tranquila.—¿Que querías decirme hija?

—Tengo la carta, no la he abierto, ¿la abrimos ahora?—sabía que los tres estábamos emocionados por ver el contenido de la carta.

—Si no abres esa carta tu lo haré yo—afirmo Raze, él también estaba ansioso de saber que decía la carta, ellos saben el esfuerzo que yo hacía para presentar el examen.

—Esté bien—al abrir la carta Raze me arrebató el sobre y él mismo leyó el contenido.

Señorita Emily C.

 Es de nuestro agrado informarle que ha sido aceptada a estudiar en la Universidad Eotvos Lorand para la carrera de Literatura, tendrá que presentarse el día lunes diez de febrero de 2003 a las 14:30 hrs en nuestro plantel para que inicie sus clases.

—¡Entraste niña!—exclamó Raze aun con la carta en su mano.

—¿Entre?—no podía creer lo que acababa de escuchar, esperar tantos siglos, para al fin poder estudiar, y la verdad me alegra que mi padre y Raze me enseñarán lo básico hace años.