8 - Que iluminaban

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Seguía doliendo la herida en su brazo, llego a coserla pero aún no sanaba por completo

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Seguía doliendo la herida en su brazo, llego a coserla pero aún no sanaba por completo...
Pasaron unos segundos desde que acabó el tiempo y nadie murió. Escuchaba las puertas abrirse y a las personas salir, excepto ella, se mantuvo sentada contra la pared un poco más. Escucho su puerta ser abierta y observo a ese azabache con mirada preocupante, se veía sorprendido.

— Ay, que alivio que estés viva. —Suspiro dibujando una pequeña sonrisa—. Entonces puedes hablar ¿verdad?

Tenia el tapabocas así que no podía verla bien, pero éste quedó en silencio esperando respuesta. Con algo de nervios se acerco para extenderle la mano y que pueda ponerse de pie.

— No se qué te sucede, pero ¡Ánimos! Saldremos de aquí, debes comer algo, parece como si no te hubieras alimentado bien. —Sonrio con amabilidad.

Era extraño... le recordó mucho a esos dos azabaches, Tatta y Arisu. Acepto la ayuda tomando su mano y se puso de pie para salir junto a él. Ese peli-platinado (o rubio, aún no tenía entendido de qué color es su cabello realmente) los espero y siguió caminando.

Después de unos minutos, todos yacían de pie u contra la pared. La castaña veía sus manos teniendo el bate a su lado, pensando en quién podría ser ese maldito del Jota.
Todos parecían pensar y buscar al enemigo; eso hasta que un ruido captó su atención.

— ¡Te dije que me dijeras mi símbolo! —Exclamo ese grandulon.

Empujo al chico de un puñetazo, provocando que cayera sentado al suelo.
En ese momento un peli-negro iba a acercarse, pero la castaña se adelantado poniéndose de cuclillas al lado del joven: posando su mano en el hombro para mirar hacia ese hombre que lo golpeaba.

— ¿Estás... bien? —Murmuró para que pueda escucharla.

— S-si, no es nada... —Respondió algo exaltado por la repentina aparición de ella.

Se veía tan asustado, vulnerable he indefenso. Tan fácil de controlar.

Lo sentía por él.

Bajo su tapabocas un poco para acercar sus labios al oído de éste y así susurrar unas palabras.

— Matalo. —Sururro dejando sorprendido al joven—. De lo contrario seguirá golpeándote hasta el final, vamos. Dile, Trébol.

Subió su tapabocas y se puso de pie después de acariciar la cabeza del chico. Volteo para volver a su lugar en la pared y esperar de brazos cruzados; cerrando sus ojos. Estando bajo unas miradas curiosas sobre ella.

Y así fue, ese joven, sujetado del cuello de su camiseta por aquel hombre calvo. Siendo amenazado, a punto de golpearlo.

— Trébol...

<Gracias por iniciar el juego en mi lugar.>

Fijo esos orbes café en el collar del mayor que pasaba frente a ella, notando un símbolo diferente al que dijeron. Su compañero Ippei intento advertirle a penas lo noto, pero fue detenido por el rubio platinado.

Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴇɴ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ [ℭ𝔥𝔦𝔰𝔥𝔦𝔶𝔞 𝔖𝔥𝔲𝔫𝔱𝔞𝔯𝔬] {Vᴏʟ 2}(PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora