Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴇɴ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ [ℭ𝔥𝔦𝔰𝔥𝔦𝔶𝔞 𝔖𝔥𝔲𝔫𝔱𝔞𝔯𝔬] {Vᴏʟ 2}(PAUSADA)

9 - El nostálgico

Ella lo entendió... cuando todos mintieron sobre el símbolo del joven que había manipulando anteriormente para iniciar la primera muerte, lo supo...

Todos son fáciles de manipular.

Cerro los ojos, escuchando las gracias de esa Alma inocente y volteo para mostrar su símbolo al azabache tan amable que tiene como compañero.

— Espada. —Respondio con una mirada de lastima al ver que otro más morirá y esta vez por causa de Urumi.

Ippei era una persona amable y ese tipo de juegos no serian lo indicado para él. De alguna manera debía evitar sentir siquiera un poco de empatía. Volteo para hacer una reverencia, a pesar de no querer cercanía necesitaba un compañero fiel. Porque si, no planea ayudar al peli-blanco (rubio platinado, sabe que ni su color de cabello es real). Observo unos segundos al chico, quien también le decía el símbolo a Chishiya.

Decidió irse a caminar por otras zonas, como en la parte de comida. Cruzo al lado de Urumi, aquella joven de vestido azul, la miro de reojo unos segundos y siguieron con lo suyo.

Ya en el lugar, sola y pensativa, tomó una galleta para observar el paquete... se encogió de hombros abriéndola y así empezar a comer. Otro crujido hizo que se detuviera al instante y guarde silencio en la sala. Subió su tapabocas bajando su mirada.
Los pasos se detuvieron frente a ella, unos centímetros lejos para evitar invadir el espacio personal que toda persona debería respetar.

— No veo necesario usar ese cubre bocas, después de todo he logrado ver tu rostro cuando convenciste al chico de mentir y así dar por iniciada la primera muerte. —Inclino su cabeza a un costado, sonriendo—. Eres algo interesante para ser tan callada, has escuchado el dicho de ¿"El más callado puede ser el más peligroso"? No le veo fallas a su lógica.

Su tonada era tranquila, tétrica, fría y escalofriante. No esperaba menos de un asesino en condena, es peligroso pero también listo como para usar armas y perder. Seria imposible manipularlo, usarlo o matarlo, incluso duda que sea el Jota, de lo contrario no se comportaría así, lo hace ver sospechoso.

¿Qué tal un aliado?

Imitando su acción, ladeo levemente la cabeza a un costado, haciendo más intensa esa mirada, no se dejará intimidar. Luego cerró los ojos dejando en claro que desea soledad.

Sonrio negando con la cabeza y dobló para irse de ahí.

— Espada. —Susurro ella, logrando que éste pueda escucharla.

La miro sobre su hombro unos segundos, ese mismo símbolo le dijo su compañero, siguió avanzando sin borrar esa sonrisa. Pasando de lado al peli-blanco, quien observo unos segundos intentando descifrar la situación.

No podía pensar en nada, ¿Quién es ella?

Creé recordar que Kuina la nombro, quizás sea otra persona o... ella. ¿Qué tiene de importante? Según tiene entendido que en ese mundo no es posible encariñarse con los demás. Además, Aleen no parecía ser tan dulce, de hecho parece odiarlo.