Capítulo 13.- Helado

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Lo que Kimball Cho le ofreció a Jane fue la aceptación de todo su ser. Cada parte de aquel rubio; lo bueno, lo malo, lo intermedio, venía en el paquete y planeaba quererlo completamente.

Patrick Jane era un alma rota, pero aún con pedazos faltantes de su misma persona, estaba dispuesto a dar todo de sí para hacer feliz al hombre que lo sujetaba con una inigualable ternura.

Y lo que quedó de la noche, la pasaron sin despegarse más de un metro del otro. Durmieron pegaditos oliendo al mismo jabón y viendo el brillo de los ojos ya tan conocidos.


Una semana más tranquila pasó para la pareja que estaba formando lazos más fuertes con cada día que pasaba.

A veces, Jane no creía que la vida le sonriera de esa manera.

Por las mañanas, cuando apenas una línea del sol se colaba por las cortinas, veía con calma al hombre que tenía al lado.

Su novio.

Decir novio aún le resultaba extraño, pero dentro de él, ese burbujeo que sentía en el estómago, le hacía parecer que la vida no era tan oscura y amarga. Había olvidado, y sin saber, añorado tanto ese sentimiento.
Por eso, las mañanas que despertaba antes de Cho, le gustaba hacerse bolita a su lado, abrazarlo y enredar sus piernas con cuidado.

Era un empalagoso y no le daba vergüenza admitirlo. Disfrutaría cada segundo que la vida le diera junto al hombre del que, por razones desconocidas, se había enamorado.


Mientras tanto, las cosas en el trabajo habían cambiado ligeramente.

Con "ligeramente" nos referimos a que cuando presentaron su noviazgo, Rigs ya tenía preparado arroz para lanzarlo como si fueran recién casados. Aparte de eso, todo siguió su rumbo natural.


El tiempo pasaba, más casos llegaban; así no se habían dado cuenta que medio año se había ido.

Y sinceramente, a los dos les gustaban las cosas como estaban en ese momento.
Patrick sabía que Cho no quería presionarlo en dar otro paso más; aunque igual recibía las señales claras de "estoy listo para cuando estes listo".

Pero primero, antes que nada, quería ser el cursi que le gustaba ser. Así que preparó un picnic por la tarde, en un parquecito algo solitario. Compró todo con ayuda de Teresa, que sorpresivamente resultó ser una organizadora de citas muy buena. Punto para la jefa.

Avisó por mensaje su ubicación pidiendo la asistencia de su querido, y Kimball llegó más temprano que tarde al sitio que Patrick tenía para los dos.

Jane veía los árboles menearse con el viento; se sentía nostálgico con aquel paisaje que empezaba a cambiar de verde a dorado. Así se quedó en un trance de relajación, que no escuchó los pasos que se acercaban hacia él.

-¿No tienes hambre?- Dijo Cho, viendo que el rubio no había tocado la comida que se veía sobresalir de una mochilita.

-¿Ah? ¡Kim! No pensé que llegarías tan pronto- Saludó el mentalista, recibiendo a su pareja con una mirada de amor sin disimulo. -Estaba esperando a que llegarás para comer contigo.- Terminó de decir mientras que el pelinegro se acomodaba a su lado.

El aludido aún no terminaba de acostumbrarse al apodo, pero le gustaba.

-Pat...- El de rasgos asiáticos acercó su rostro para dar un beso tierno en forma de saludo.

Sin esperar nada más, el ex psíquico empezó a repartir la comida, para así disfrutar juntos su quinta cita oficial.

Las citas no eran algo recurrente, pues no lo veían necesario si trabajaban juntos y ya dormían bajo el mismo techo.
Lo que los llevó a conmemorar su relación fue cuando cumplían su segundo mes como pareja. No pensaron que el tiempo juntos pasaría tan rápido.

-Kim, ¿no sientes que falta algo?-

-¿Como qué?- Preguntó de vuelta el nombrado, dando un vistazo a lo que había sobre el césped. Hizo una lista imaginaria y según todo estaba en orden.

Patrick solo sonrió al ver los gestos de su acompañante -No, no, me refería a...- Se detuvo, para hacer una ademan con las manos, señalándose a sí mismo y a Cho.

Kimball ladeó su cabeza, repitiendo la pregunta -¿Como qué?-

A Jane se le colorearon las orejas, ya habiendo planeado que algo así pasaría. Se levantó de su lugar y acortó la distancia con su pareja, sentándose sobre las piernas del de ojos negros.

A Cho se le cayó su lata de té frío por la impresión.

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Yo? con indigestión, en el baño del trabajo, media hora, escribiendo lo que faltaba del capítulo...

¿me llegará la inspiración por el qlo o como por qué me dió por terminar este cap? Xd

Ya solo corregí todo en mi casita <(^u^)>

Igual me salieron un monton de memes en Facebook sobre actualizaciones lentas de los escritores en Gaypad/Ao3 y lo tomé como una señal xd

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Chau chau ^3^

Taza Compartida - KimPat (Kimball x Patrick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora