Capítulo 14: "Conociendo el entorno"

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—¿Todo bien?.

Marshall quien se mantuvo callado todo el momento. Al escuchar la voz de su líder. Este rápidamente trato de imaginarse algo, asi librarse de aquella pregunta.

— Si. — Respondió. — Solo, que no me acostumbró al traje. ¿Tiene que ser tan pegado al cuerpo?.

— Té entiendo. Los primeros días sentía que me falta el aire.

— ¿De verdad?.

— La verdad es que no.

— ¿Bueno y que haremos?.

— Únicamente patrullar. No suele pasar mucho en este lugar. — Comento Rocky.

Únicamente andaban ellos dos. Se habían dividido para tener mucho más terreno. Marshall se mantuvo callado durante todo el recorrido, no era de aquellos que inicien una conversación. Sintiéndose novato, tenía que primero aprender, ya luego, con el tiempo. Alguna charlar ocurrirá. Pero, con cada minuto que pasa, el ambiente comienza a tensarse. No entendida de dónde surgía este sentimiento tan irreal, ya que unos instantes atrás. Había algo de química en charlar un rato. Ahora solo había silenció. Y la mirada sería que mantenía Rocky. Tampoco ayudaba mucho. Con cada reojo que el perro le hacía, se sentía regañado.

— ¿Quieres comer algo?.

— ¿Qué?. No-No, gracias, no tengo hambre.

— ¿Seguro?. — Mirando su reloj. — Ya es casi la hora del almuerzo, unos 15 minutos de descanzo, no nos vendrían nada mal.

— Bueno. Pero, ¿Qué hay de; Zuma y Tracker?.

— Ahora los llamaré. Solo tengo que preguntarle primero a Chase si.......

Marshall estaba esperando algo más. Pero al ver la cara asustada de este, volteó para ver qué tenía al perro tan ido. En ese pequeño pueblo, se decía que vagaban, algunos de sus recientes mencionaban que solo aparecían de noche, otros que de día. Pero era seguro, que sí aparecían. Era una alerta de peligro, un grupo de motociclistas enloquecidos. Estos motociclistas llevaban bates de béisbol con pinchos, los cuales utilizaban para causar estragos a todo aquel que se cruzara en su camino.

Nadie podía explicar de dónde venían estos motociclistas, pero se decía que eran antiguos residentes del pueblo, descendientes, de aquel incidente en la mina. Todo siendo culpa de su alcaldesa. Que había ignorado por completo las advertencias, hasta que terminaron siendo devorados, por las paredes que terminaron cayendo encima de estos.

La gente del pueblo vivía con miedo constante, especialmente en las noches oscuras, donde se escuchaban los motores de las motocicletas acercándose cada vez más. También se decía que estos motociclistas eran capaces de desaparecer en un segundo, haciendo que fuera imposible para la policía capturarlos. Rocky los conocía no en persona, si no más bien. Por las historias que Chase le contaba. De cómo casi terminaba casi perdiendo la vida junto con Ryder.

Rocky estaba completamente aterrado, no entendía que hacían aquí ahora. Pero estaba claro, tratar de defender el pueblo era la prioridad. Pero al ver al dálmata que tenía a un costado, le hizo tener un momento de debilidad. Tenía que protegerlo, no sabía si este era bueno luchando, pero tal vez. Si se enfrenta a ellos. El podría correr por ayuda.

Él usó una cadena larga como arma, hizo que este reaccionara primero. Empujando al dálmata a la derecha, así poder evitar el ataque. Ni siquiera supo cómo pudo evitarla, ni mucho menos como la había visto.

— ¿Te encuentras bien?.

Pregunto mientras se ponía de pie. Marshall con rapidez se había levantado, estaba completamente alerta al igual, que su jefe.

— ¿No les di?. — dijo incrédulo uno de los motociclistas.

— ¿Eso que?. Los rumores eran ciertos. Tenemos más compañía.

— ¿Le informamos antes de volver?. — Hablo el tercero.

— No tienen por qué estar aquí en primer lugar.

Mencionó un molesto Rocky. Quien terminó quedándose la enorme chaqueta que traía. Quedándose únicamente con una camisa de color blanco ajustado, marcando su pecho bien formado, estaba en posición de defensa. Esperando únicamente el segundo movimiento de los tres motociclistas, que únicamente se reían.

— Marshall. ¿Crees que te tomara mucho llegar al parque?.

— No lo sé. ¿Que intentas hacer?.

Mencionaba, sin apartar la vista de enfrente. Y el estruendo del motor de una de las motos, estaba dejando sordo al dálmata. Que a duras penas podía escuchar con claridad, lo que el lobo le decía.

— Una distracción. Es lo único que se me ocurrió.

— ¡Estás loco!. ¡No te dejare aquí solo!.

— bueno. Más ayuda el que no estorba.—Molesto. — No quiero que te pase nada, y no puedo defenderme y defenderte al mismo tiempo.

— Rocky. — Sorprendido. Pero al mismo tiempo sintiéndose insultado. — Te prometo que no estorbare.

— ¡Maldición!.

Se dijo así mismo. Y en lo que era una sola moto encendida. Ahora eran las tres. Las cuales comenzaron a avanzar a dónde estaban los dos perros. Quienes trataron de huir, pero fuero detenidos cuando una de ellas se coloc enfrente. Interrumpiendo el paso a ambos. Quedándose nuevamente en medio de la calle, mientras los otros daban vueltas al rededor de Rocky y Marshall.

— Bien. — asustado. — ¿Tienes un nuevo plan?.

Ahora ambos estaban espalda con espalda. Dando vueltas en el sentido contrario. Así saber en qué momento atacarían.

— Si. Pero todos implican tener un arma.

—¿Qué es lo que tenemos?.

— Una navaja. Y un martillo de goma.

— Pido el martillo.

— Bolsillo izquierdo.

Mencionó, seguido después por el toqueteo de la mano de Marshall recorriendo la pierda de Rocky. Para tratar de tenerlo. Con un poco de dificultad, ya que estar atento al frente. Mientras buscaba algo a ciegas. Termino agarrando otra cosa. Esperando que fuera el celular de Rocky. Pero con el pequeño chillido que escuchó. Supo que tenía que bajar mucho más abajo, llegando hasta una bolsa a un costado, tomando aquel martillo que únicamente se usa para colocar la cerámica en el suelo. Cuando el cemento está fresco.

— ¡Parece que quieren pelear!. — grito el motociclista más pequeño.

— ¡Yo pido al dálmata!.

Se escuchó un grito. Seguido de un fuerte motor. Quien cambió la dirección en la que estaba. Haciendo que ambos terminarán separándose. Rocky pudo evitarlo con facilidad. A diferencia que con el dálmata. Que al no quitarse el casco. Al sentir el empujón del perro, este cubrió sus ojos. Sintiéndose perdido por un momento, luego sintió como un brazo recorría su cintura. Siendo llevado por aquel motociclista mucho más alto que el resto.

Rocky. Quien ya estaba molesto, estaba por evitar que escaparan. Pero el latigazo de aquella cadena. Termino dándole en la espalda. Sintiendo como está estaba caliente, pudo sentir su herida arder. Pero ahora estaba mucho más molesto. Ya que había perdido por completo, el rostro del tercero que se había escapado. Con la responsabilidad que Chase le había encomendado.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2023 ⏰

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