Tres

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                      Jungkook;

Extiendo mi mano hasta dar con el despertador y apagarlo. Emito un bostezo mientras pasaba mi mano por mi rostro tratando de despabilarme. Me levanto mientras sobaba mis brazos y camino hacia el baño mirándome en el espejo y deslizando mi mano por mi pelo peinando con mis dedos los mechones de este. Tomo la pasta poniendo un poco de esta en mi cepillo; meto este a mi boca comenzando a cepillar mis dientes. Abro la cortina que daba hacia la bañera abriendo la llave para que fuese poniéndose caliente y mientras me cepillaba salí del cuarto atravesando el pasillo hasta la habitación de Somin. Toco primero, y luego abro la puerta.

Y no me asombró encontrarla aún dormida en la cama.

Esta niña...

—Somin —la muevo despacio—. Hora de levantarte, vamos.

—No —murmura y me da la espalda.

Llevo mi mano a su cintura y comienzo a hacerle cosquillas. Siempre funcionaba. Empieza a reír mientras intentaba alejarse de mi y se movía por toda la cama agitando sus pies entre risas y pucheros pero manteniendo sus ojos cerrados.

—¡Papá ya basta! —exclama entre risas y moviéndose por toda la cama.

—Levántate o llegaras tarde.

Acaricio dulcemente su pelo antes de salir de su cuarto y volverme a dirigir a el mío. Escupo la pasta y al terminar salgo nuevamente de la habitación. Esta vez para preparar el desayuno. Saco un poco de todo lo que había mandado a comprar ayer. Comienzo a preparar unos huevos revueltos y mientras estos terminaban de hacerse tosté el pan. Saqué el jamón y la mantequilla. Tomé del frigorífico el jugo de naranja que tanto le gustaba a Somin y comencé a organizar la mesa cuando terminé de preparar todo.

—Voy a engordar por tu culpa —es lo primero que dice mi hija cuando llega a la cocina.

—No me digas —ironicé—. Toma asiento anda.

—De verdad eres el mejor cocinero del mundo.

Me siento en mi silla de siempre y Somin se sienta en la silla frente a mi. Toma una de las tostadas y no puedo evitar sonreír un poco al verla servirse huevos revueltos, jamón y queso.

—Solo porque está rico me olvidaré de mi dieta.

—¿Cómo que dieta? —suspiro al oírla decir algo así cuando está perfectamente bien.

—Tengo que mantenerme linda para Hyunjin.

Alcé una ceja mirándola.

—Creo que si Hyunjin te quiere de verdad no le importará como estés.

—Oh, oh —me señala—. No empieces.

Solté una breve risita y tomé la jarra de jugo para verter un poco de este y echarle a su vaso y luego echarme en el mío.

—¿Hoy tienes guardia? —pregunta ella curiosa.

—Mhm. Así que no te entretengas y cuando termines las clases vienes directo a casa ¿ok?

—Sí, señor.

Muerdo de mi tostada y la miro comer animada. Sorbo mi nariz y termino de tragar para preguntarle.

—Ayer no te pregunté —comienzo a decir—. ¿Que tal tu primer día?

—Estuvo bien. Creí que estaría peor.

—Al menos hiciste una amiga, ¿o no?

Asiente y toma un poco de su jugo.

—Yoona es una chica agradable. Me cayó bien desde el primer momento. Además, sentí que necesitaba una amiga. Se veía muy sola.

Daddy Issues |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora