Daddy Issues |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Treinta

      Yoona;

Abrazaba una almohada mientras comía de unos bombones y miraba un kdrama que estaban reproduciendo en la televisión. Jungkook estaba en el balcón hablando con Somin, ya que había querido llamarla para saber de ella. Y yo casualmente había recibido un mensaje suyo en el que me preguntaba si estaba divirtiéndome con la familia de Dowon en el campo. Y me dolió estarle mintiendo. Porque no estaba en el campo ni tampoco con Dowon; era con su padre en una bonita casa de playa.

—Te quiero hija, cuidate ¿si? Nos vemos mañana. —Jungkook entra de nuevo a la habitación colgando la llamada.

—¿Todo bien? —lo observo y él toma asiento a mi lado luego de poner el celular en la mesita de noche.

—Mhm. Solo que me dejó caer unas indirectas y es muy incómodo evadirle las preguntas. Creo que ahora más que nunca quiero contarle. Pero en serio, Yoona —toma una de mis manos—, si quieres esperar-

—No. No podemos extenderlo más. Es mejor hacerlo ya —suspiré—. Así que está bien.

—Vale. —Acaricia dulcemente mi mejilla.

—Aún nos queda una noche y parte de un día.

—Suficientes días para que luego no quiera dejarte —me hace subirme sobre él rodeándome con sus brazos.

—¿Que vamos a hacer hoy?

—¿Que quieres hacer tú? ¿Quieres ir a la playa? —alza una ceja.

—No. Quedémonos un rato así —lo abrazo, mientras él me estrechaba entre sus brazos acariciando mi pelo—. Te voy a extrañar cuando no pueda tenerte tanto tiempo.

—Para mí será una tortura —susurra cerca de mi oído.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Pregúntame lo que sea, Yoona.

Me alejo despacio para mirarlo y él me analiza con curiosidad y atención.

—¿Te has arrepentido alguna vez de interesarte en mi?

Me sigue viendo y niega aún con sus ojos sobre los míos.

—No. ¿Por qué preguntas eso?

—Es solo curiosidad. Ambos sabemos que es complicado. Supongo que en algún momento esto no fue algo que querías. —Desvío la mirada por un segundo pero al instante su mano sobre mi mentón vuelve a hacer que lo mire.

—Fue algo que no me esperaba —aclara—. He conocido muchas mujeres Yoona y sí, que me vengas a gustar tú que eres amiga de Somin fue realmente inesperado para mi. Pero si hay algo que reconozco, es que no me arrepiento. Tú me viste, a penas me podía mantener lejos de ti. Empezando por la forma en que decías señor Jeon.

—¿Q-que tiene que ver eso? —susurro de repente cohibida. Soltó una pequeña risa y acarició mi mejilla con dulzura y enternecido como si le encantase mi reacción.

—Me gustaba escucharte decirme Señor Jeon. Lo decías tan inconsciente y tantas veces. Me hubiese pasado horas oyéndote decirlo. Añadiendo la forma en que me mirabas; me volvías loco. O mejor dicho, me vuelves loco.

—Yah —lo golpeo suavemente y sonríe mientras mordía sutilmente su labio inferior; raspo mi garganta—. Ya que confesaste eso, ¿puedo usar ese Señor Jeon a mi favor de vez en cuando?

Soltó una carcajada melodiosa que inundó el cuarto y me hizo sonreír. Y de hecho, verlo a él reír era mejor que cualquier cosa. Solo observar las arrugas tiernas que se le formaban en los ojos, y el hoyuelo en una de sus mejillas. Dios, era realmente precioso.