Daddy Issues |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Treinta y cuatro

                          Jungkook;

—Yoona ha estado durmiendo mucho —murmura Somin mientras revolvía con una cuchara su recién chocolate preparado—. ¿Está bien que lo haga?

—Solo ha estado cansada. Ha sido demasiado para ella pero le hará bien.

—Vale —murmura mi hija—. Me imagino que realmente lo pasó mal. No me imagino que habrá sentido pero en serio debió haber sido feo.

—No te preocupes, lo superará. Ahora no te entretengas y termina de desayunar que te cogerá tarde.

—Me alegra mucho que... —ella continúa y la miro en silencio—, que hayas regresado justo un día antes. Sobre todo que, Yoona haya confiado lo suficiente en nosotros para esto. Me hace realmente feliz.

La miré sin saber que responderle. Y solo pude presionar los labios y sonreírle con los labios cerrados. Y sinceramente, ya quería contarle todo. Poderle decir la verdad aunque su reacción pudiese ser complicada y difícil porque me sentía pésimo al estarle ocultando algo así. Al mismo tiempo, tampoco podía decírselo ahora porque Yoona estaba pasando por ese mal momento. Y si la reacción de Somin es... "difícil" (por decirlo de alguna manera), va a ser más complicado de sobrellevar y entonces realmente no sabría que hacer. Así que definitivamente tocaba esperar un poco más. Solo, un poco más.

Coloco la bandeja con desayuno en la mesita de al lado de la cama de Yoona y un post it pidiéndole que al despertar comiera un poco. Y me hubiese quedado, viéndola dormir por horas. Se veía tan calmada durmiendo de esa forma, tan bien...

Saco de mi saco la cajita con el colgante y la pongo en la mesita de noche. Acaricio su mejilla y suspiro para inclinarme con cuidado y besar su frente antes de salir entonces de la habitación y dirigirme al hospital ya que debía tener la reunión con Jimin y Jin acerca de la cirugía del señor Chaeil.

—¿Y estás seguro de que puedes hacer la operación? —me mira Jimin—. Si quieres hablo con Jin.

—Estoy bien, Park —suspiro sobando con una de mis manos mi frente—. No dejo de pensar en como está Yoona pero puedo manejar perfectamente la cirugía, de verdad.

—Vale —mi amigo asiente—. ¿Y ahora luego de esto que sigue? Espero que cuando pase todo esto, le cuentes a Somin.

—Yoona y yo pensábamos decírselo hoy —explico, entrelazando mis dedos con mis codos apoyados en la mesa frente a mí—. Sin embargo justo ahora no podemos. No tengo ni la mínima idea de como será la reacción de mi hija pero... si se enoja, y se pone mal, será difícil.

—Sabes que mientras más rápido se lo digas es mejor ¿no?

—Lo sé —suspiro—. Ah, quería agradecerte por... no haberle dicho a Jin hyung lo de Yoona.

—Claro que no lo iba a hacer, Kook. Me pediste que mantuviese el secreto y eso hice. Lo mismo con Eunsoo y Tae.

—De verdad quisiera contarle a todos pero...

—En su momento, lo haces. ¿Que tan mal está ella?

—Solo duerme mucho, y come vagamente. No sé yo... no quiero incomodarla, ni hacerla sentir mal. No me atrevo a preguntarle nada tampoco.

—¿Por qué no te vas a casa? Así estás con ella. ¿Tienes algo que hacer hoy?

—No realmente.

—Entonces ve. Cualquier cosa que ocurra yo te informo y mañana nos vemos para la cirugía del señor Chaeil.

—¿Está bien para ti?

—Claro que sí, Jeon. Anda, ve.

Cuando cierro la puerta de la entrada detrás de mi, lo primero que me recibe es un rico olor proveniente de la cocina. Curioso, dejo mis cosas en uno de los sofás de la sala y adentro mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón para dirigirme al lugar y detenerme justo en la puerta de este viendo a Yoona concentrada y de espaldas cocinando.