Hunt me / minwon

21 Mingyu

No podía.

De verdad lo intentaba, pero no podía. Al menos no por completo.

Wonwoo decía que si me esforzaba mucho mis ojos no se veían tan brillosos, pero aún así era muy difícil.

—Se llama Mingyu.

Traté de concentrarme en la voz de Wonwoo. La mujer a la que me presentaba era su madre. Era bonita, con el cabello ondulado y los ojos claros; y veía a su hijo como si fuera el ser más precioso del mundo.

Mamá a veces me miraba así, cuando era un cachorro. Después del ataque ella no volvió a mirarme así, a nadie, en realidad.

—¿Mingyu? —preguntó ella, y su voz era tan suave como una cobija de seda.

—Sí, mucho gusto —le dije. Wonwoo me dio un codazo, no supe por qué hasta que me di cuenta de que me había desconcentrado.

¿Mis ojos brillaban de nuevo?

Ella no parecía demostrarlo si es que lo hacían. Seguía viendo a Wonwoo, a veces me miraba a mi. Pero no me molestaba su mirada. Se sentía acogedora.

—Estarás bien aquí —me dijo—. Puedes compartir la recámara con Wonwoo. Su padre no llegará pronto, así que siéntete como en tu casa. Solo somos él y yo.

—Gracias —dije sincero.

Nos preparó de cenar y después nos acompañó hasta la habitación de Wonwoo antes de retirarse.

—Me gusta. Ella es muy linda. Realmente eres afortunado —le dije a Wonwoo mientras me subía a su cama, que definitivamente era más cómoda que la mía.

—¿Te gusta mi mamá? —preguntó asqueado.

—No en ese sentido —me apresuré a aclarar y después me reí—. Mi mamá no me mira desde hace mucho.

Wonwoo se sentó a mi lado y el colchón se hundió de su lado.

—¿Por qué?

Me alcé de hombros. Yo tampoco estaba muy seguro.

—¿Por qué me golpeaste cuando nos presentabas? —le pregunté entonces curioso.

—Ah. Fue por tus ojos, destellaron de pronto. Fue extraño, pero mamá no dijo nada.

—Quizá no lo notó —dije yo.

—Quizá —dijo él.