Hunt me / minwon

20 Wonwoo

Mingyu ya me esperaba cuando llegué al rio. Llevaba una sudadera marrón y unos pantalones cortos, pero lo que me resultaba extraño era la maleta deportiva que cargaba en su hombro.

—Hola —dijo.

—Hola —dije.

Rascó su nuca y me miró apenado. Dudó unos segundos y después habló.

—Mi hermano me sacó de la casa.

Lo miré sorprendido.

—¿Qué?

—Bueno, no así —se rió nervioso—. Me dejó irme; me dejó elegir.

—¿Entre qué? —le pregunté con genuina curiosidad.

Tardó demasiado en responderme.

—Nada importante —trató de cortar el tema—. La cosa es que me quedaré de este lado del bosque un tiempo. ¿Crees que...?

Lo interrumpí antes de que continuara su pregunta. Papá seguía fuera y había dicho que aún tardaría en regresar, así que nada me detenía de pedirle a Mingyu quedarse conmigo.

—¿Quieres quedarte en mi casa un par de días?

—Iba a decir que si querías acampar conmigo, pero eso igual suena bien, creo —dijo riendo—. Pero la verdad es que el pueblo me sigue dando algo de miedo; y tu familia...

—¡No! Quiero decir. No te preocupes por eso. Papá no está. Mamá jamás sabrá que eres un lobo. Yo te cuido —prometí, a pesar de que él era el de los colmillos y garras filosas.

Mingyu vaciló.

—¿Estás seguro?

—Sí. ¿Pero puedes... apagar tus ojos? —pregunté dudoso. Cuando me miró confundido supe que tendría que explicarme mejor—. Es solo que siempre brillan, tus ojos. Si alguien los ve sabrá que eres un extraño.

—Oh... supongo que puedo intentarlo.